Dicho todo esto la voy a dejar un testimonio de un Registrador de la Proiedad muy interesante para que veáis de que van estas oposiciones.
Notario que da consejos para no acabar loco
Soy notario en la villa de Madrid desde hace ya algunos años, pero todavía estoy como quien dice en la flor de la vida. Viendo las historias tremebundas que circulan por este sitio electrónico - que he descubierto de pura casualidad - no he podido resistir la tentación de registrarme. ¿12 años opositando? ¿Vidas destrozadas por la notaría - como si de un estupefaciente se tratase? ¿Aspirantes a notarios amargados y ulcerosos, seres avinagrados que moran en covachuelas oscuras a la luz de una bombilla de 60 watios [sic]? No necesariamente.
No puedo dar a nadie la fórmula mágica para superar ese via crucis que es la oposición (en realidad ya la conocéis: constancia, orgullo y, fe, mucha fe, ya sea en el milagro de Cristo o cualquier otro tipo de fe secular) pero sí algunos trucos que a mí me sirvieron en mi historia particular. Os cuento:
- antes que nada es extremadamente útil tener la previsión de enfocar la carrera hacia la notaría. En mi familia hay varios notarios, concretamente sendos hermanos de mi padre, y por ello ya sabía antes de empezar Derecho que mi camino futuro iba a ser la Notaría. Por ello decidí sacarme la carrera a machamartillo, en justo tres años. La clave es comprimir al máximo y utilizar las convocatorias de septiembre, estudiando durante los veranos. Esto puede parecer horripilante al estudiante acomodado, pero en realidad es lo que hace (trabajar en verano, y durante muchas más horas) cualquier persona que no haya tenido la suerte de ir a la Universidad.
Asimismo, no todas las asignaturas de la licenciatura importan a a la hora de ser notario. Quiero decir: un Derecho Internacional Público, un Procesal Penal o Filosofía del Derecho son asignaturas inútiles sobre las que pasar a salto de mata. Cincos raspados saqué yo en muchas de ellas, y no me avergüenzo de decirlo. Lo importante es ir metiéndose en harina en el Derecho Privado y concentrarse en la tarea de acabar la carrera en el mínimo tiempo posible.
¿Por qué, si luego hay que superar la oposición? Por el sencillo hecho de ganar tiempo. La oposición devora inexorablemente los años más preciados de tu juventud. Ser Lic. Iur. con 21 años (sea dicho también que nací el mes de diciembre, esto es, ya comencé la carrera en las postrimerías de mis 17) te permite enfrascarte en la oposición con una reserva de energía superior a tus competidores, con algo más de frescura y tiempo ganado. Cada año de oposición que transcurre te desmoraliza. No es lo mismo superar la barrera ominosa de los 30 que encontrase en el mismo lugar pero sólo con "28" primaveras.
- a continuación hay que encontrar un lugar adecuado para vivir durante la oposición. La presencia de los padres no creo que sea, al contrario de lo que se suele decir, positiva. Hay que tenerlos cerca pero lejos. En mi caso, decidí preparar la oposición fuera del núcleo familiar. Una residencia de opositores es un ambiente enfermizo que no recomiendo. Un piso compartido al uso, con gente que no es del mundo de la oposición, es de todo punto descabellado (ruidos, distracciones, "tentaciones" etc.). Tras una penosa experiencia de cuatro meses viviendo solo (no me organizaba, y además el alquiler era un lastre considerable para mis padres) di con una solución perfecta y completamente insospechada, aunque es un fenómeno que cada vez es más popular: me metí de realquilado con una mujer senecta en un piso de renta antigua. A cambio de una módica cantidad, que a ella empero le supone un mejoría considerable para su pensión, puedes vivir con una señora mayor. Ellos agradecen la compañía, tu ayuda, la protección de una persona joven etc. A cambio te tienen todo limpio, son silenciosos y cocinan muy bien - si te gusta la cocina tradicional. Sin esos pucheros no creo que ahora fuese notario. Los cinco años de la oposición (quitando mi breve paso por la soledad) los pasé con una viuda, recientemente defunta, a la que le debo muchísimo.
- todos los sábados prácticamente sin excepción acudía solo o en compañía de amigos a una casa de lenocidio; verbigracia: puticlub. No me avergüenza decirlo desde la atalaya del anonimato. Es muy difícil compaginar los rigores del calvario oposicional con una relación de pareja, pero permanecer célibe durante toda su duración es algo malsano. La visita al club - recomiendo durante largas temporadas con la misma señorita - es una gran ayuda para conservar la salud mental. Sólo durante dos meses dejé de acudir al club, cuando conocí a una chica que opositaba conmigo. En el caso de mujeres opositoras, no puedo opinar al resultarme difícil subrogarse en su posición, aunque no creo que le resulte muy arduo al sexo débil encontrar hombres para relaciones sin compromiso.
Dicho esto, y sin perjuicio de otros consejos que ya se me ocurrirán (ha quedado suficientemente extensa mi misiva), os mando un saludo. Si empezáis a opositar muy jóvenes, no desdeñáis los placeres carnales, aun y cuando sea menester el amor mercenario, evitáis la presión parental al tiempo que os rodeáis de atenciones (mesa puesta, casa limpia...), el sacar la oposición (ni mucho menos), pero si tenéis muchas más probabilidades de que, llegado el éxito, retengáis gran parte de vuestra salud mental y felicidad juvenil.
Estoy a vuestra disposición para cualquier consulta.
Un abrazo.
Post******um: edito el mensaje a efecto de rectificar un lapsus tipográfico
Edad: 25
Tema: Re: Notario que da consejos para no acabar loco Dom Mayo 25, 2008 2:24 pm
--------------------------------------------------------------------------------