Es que a mí, me da exactamente igual la etiqueta que tenga el injustamente condenado. Sea quien sea, hay que sacarlo. Y me da lo mismo que sea un moro como Zougham, uno del pp como Carromero o un mero particular, como el joyero aquel que salvó a su familia, cargándose a los atracadores. Por supuesto que lamentaré enormemente y no sabes cuánto, que al joyero lo sigan acosando los Altos Tribunales, o que no se reabra el caso del 11-M.
A la inversa, lo mismo: que Pepiño o Matas se vayan de rositas, es algo que me repatea, porque considero que son dos chorizos. Y lo mismo si Rubalcaba es impune por el soplo a los terroristas, o Fernández Díaz, por permitir la huída de Josu Ternera o Los Albertos por Urbanor. En este caso se trata de culpables exonerados. (Si se me permite la pequeña imprecisión de la expresión).
Pero eso no me impide elogiar al Jurado que condenó a Bretón por el infanticidio de Ruth y José.