Yo tampoco lo entiendo, igual es que la competencia todavía es peor y la gente dice más vale lo malo conocido?, en Andalucía igual siguen ganando, para cuándo políticos honrados, inteligentes, honestos?, o son como las meigas?
No estoy contra los partidos, estoy contra la corrupción. Quiero que mi partido sea más honrado, abierto y democrático. Quiero partidos políticos MEJORES. Esto no quiere decir que todos los políticos sean iguales. De hecho, la mayoría son personas honradas que dedican esfuerzos y trabajo al servicio de los ciudadanos y que, por tanto, merecen todo nuestro respeto. Entiendo que los acontecimientos llevan a una grave desconfianza hacia los aparatos de los principales partidos y minan la credibilidad de las instituciones. Y esto, sin duda, es grave, muy grave, porque fuera del sistema democrático no hay vida política, ni libertades. En resumen, hay que mojarse y dignificar la política. Frente a la carencia democrática, más democracia real. Frente a la política de la corrupción, más política de la honradez y de la participación social. Saludo a los movimientos sociales de protesta en España, y en toda Europa, donde late una profunda demanda de renovación política y mecanismos contra la corrupción. Sólo así, Pravias, los que por convicciones ideológicas o participan de opciones políticas alternativas, e incluso los que lo hacen los partidos mayoritarios ( que también hay de honrados ), no tendremos que avergonzarnos de la “política”, ni olvidar la lucha de los que nos han precedido. Porque ... o hacemos frente radicalmente a todo este desbarajuste que identifica la palabra política en rechazo y odio por parte de la gente o favoreceremos el aumento de las actitudes fascistas. Es decir, puede sucumbir a los cantos de los demagogos, los populistas, los resentidos, los lunáticos, los fundamentalistas, los vendedores de humo y jarabe o la extrema derecha con traje de Patria.
Mano dura contra los corruptos, sin contemplaciones. Debemos exigir una investigación en profundidad
y una rápida respuesta judicial a los casos que estos días están encima de la mesa, y también un compromiso de los partidos para depurar responsabilidades políticas, más allá de las judiciales que se deriven en su momento.