efectivamente decarmen,
no hace mucho, hablando con un amigo catalán en la terraza de una cafetería céntrica de Barcelona sobre el tema, me preguntó si palpaba esa sensación antiespañolista en mis visitas a Barcelona. Y la verdad es que no, me he encontrado con personas que me han atendido en catalán y con un poquito de esfuerzo los he entendido y las palabras que no, les he preguntado en castellano su significado y además de contestarme, han cambiado rápidamente al español.
Me hablaba del "expolio" que sufre Cataluña por parte del resto de España y mi contestación fue muy concisa: es cierto que junto con Madrid, Navarra y Valencia, sois una de las comunidades que más aporta al resto de España, es cierto que necesitais un "concierto económico" más acorde con nuestros tiempos. Pero también es cierto que las ayudas al catalán ya son obsoletas puesto que vuestros hijos ya estudian en catalán; el doblaje de películas también, puesto que es una minoría la que acude a las salas que las proyectan. Y es cierto que tenéis 3 televisiones autonómicas, más una de Barcelona y un sin fin de subvencionadas y que lo que en el resto de España conocemos como embajadas, pueden hacer su trabajo en las embajadas españolas y varias cosas más que tenía yo en el tintero y que ahora mismo no recuerdo. Delante de mi razonamiento, no tuvo más cojones que darme la razón en el 90% de las cosas, fue una conversación larga por eso.
Cataluña tiene una historia, tiene un sentimiento de pueblo que cómo tú bien dices, los demás no tenemos. ¿Eso es malo? No, porque cuando España ha necesitado defenderse del enemigo externo, allí han estado siempre y pongo por ejemplo el sitio de Girona (que no Gerona) por los franceses. No visualizo una España sin Cataluña, pero tampoco visualizo una Cataluña pobre; ¿la solución? que se sienten a negociar los palurdos que están en el poder de uno y otro bando y lleguen a un acuerdo y por mucho que diga aquí el compañero, sólo veo uno: la España federal. O eso, o sacamos en procesión los restos de franco para meterles el miedo en el cuerpo a los catalanes y creo que ni por esas cederán.