Lo que han hecho con eses asesino no tiene nombre, me niego a llamarlo por su nombre como hace el Ministro ("el pobre Ignacio de Juana se iba a morir"), las justificaciones del Ministro pura patochada. ¿Qué no somos iguales que ellos?, ja, eso de poner la otra mejilla es cosa de Santos y creo que por estos lares santos pocos hay y claro que no somos como ellos, nosotros no lo matamos, le dajamos libertad para que haga con su vida lo que quiera. Esgrimiría la misma teoría el Sr. Ministro si uno de los muertos fuera su padre, hermano, hijo, nieto, creo que no. Es muy fácil opinar del dolor ajeno desde la lejanía. Motivios humanitarios, ja, el mismo se estaba suicidando, no era ninguna enfermedad terminal. Que no se convierta en martir, ja, por mi que se conviertan en martires todos los asesinos de ETA. Que sólo le quedaban un año y pico de condena, ja, si sólo le quedaba un año y pico de condena que la cumpla en prisión que es donde debe estar, este asesino ni se arrepintió de sus actos ni se arrepentirá, es más celebrará con champan todos los actos terroristas de ETA, pero esta vez desde su casa. Por cierto, alguien me puede decir que es una vigilancia policial telemática.