Que estrés la virgen!
Esto de los 40 minutos ha sido una vergüenza. No he podido repasar la redacción, cago en poco ya!
Una cara he escrito, y un poco más y me salgo de plazo, a las 11:09 ha salido el mensaje.
Os pego aquí mi respuesta, es un churro porque no he podido enlazar todo como me hubiera gustado y no he podido repasar la redacción que es lo que más me jode, pero bueno, yo creo que la he enfocado bien, para el cinco espero que me de.
La frase planteada para este ejercicio puede ser analizada a partir de las distintas corrientes ideológicas o Escuelas que analizan la Economía.
Desde un enfoque ortodoxo, fiel a la denominada Escuela neoclásica se defiende que el coste real de cualquier cosa es su coste de oportunidad; es decir, aquello a lo que se ha de renunciar para obtenerla. Según esta corriente, el coste total de un bien no es sólo la cantidad de dinero que hay que pagar para adquirirlo, sino que al coste monetario hay que añadir todo aquello a lo que haya que renunciar para conseguir dicho bien: el coste de oportunidad. Debe destacarse que el coste de oportunidad se refiere igualmente a términos monetarios, a las ganancias monetarias que se dejarían de adquirir para conseguir un bien concreto, no teniendo en cuenta otros factores como por ejemplo el coste ecológico que supondría la contaminación generada para la producción de un bien concreto.
Existen otros enfoques que discrepan de los supuestos de la ortodoxia dominante, desde los que se pueden ofrecer enfoques distintos sobre la cuestión planteada.
Frente a los autores clásicos y neoclásicos, la Escuela Austriaca defiende la teoría subjetiva del valor, según la cual, cada agente económico asigna su propia valoración a los bienes, por lo que no puede afirmarse que los precios dependan de los costes, sino todo lo contrario. Según esta corriente, la expansión crediticia artificial distorsiona las informaciones de los agentes económicos provocando euforias inversoras (despilfarro) que conducen a ulteriores quiebras. Son los precios de los bienes finales los que determinan los precios de los bienes de producción; es decir, de los costes.
La Escuela que en relación con la cuestión planteada pudiera calificarse como la más antagónica a la postura ortodoxa, sería la de la Economía Ecológica que parte de la idea de que el ser humano puede vivir de una manera sustentable con las demás especies y recursos naturales que el planeta ofrece. Critica y pone en cuestión el modelo actual de desarrollo y condena la economía clásica que piensa en modelos cerrados sin importar el bienestar y el respeto hacia otras especies.
Personalmente, en esta concreta cuestión sobre los verdaderos costes de producción, me identifico mayormente con los postulados de la Economía Ecológica que va más allá de los costes meramente monetarios e incluye los costes ecológicos, los cuales son un factor determinante para el bienestar de todos.
Enfoques, enfoques; en concreto, en concreto..... Aarrrrrrrgggggggggg qué rabia!