Lamento haberte dado la impresión de que me mosqueaba. No es así. ¡En absoluto! Tu opinión y la mía son diametralmente opuestas. Te leo, pienso lo que dices y lo respeto. Pero no lo comparto. Ahora bien: nada de lo que digas me mosquea, ni va a alterarme de ningún modo. Es más, te adelanto que ni siquiera vas a sorprenderme. Pero... vamos al debate.
Analicemos primeramente “tu disyuntiva”. A una gestante pueden prescribírsele los mismos fármacos que a cualquier otra persona. Ahora bien, es el/la tocoginecólogo/a quién ha de sopesar en qué momento aplicarlo, la frecuencia con la que hay que utilizarlo y la oportunidad de su uso. Que no hay disyuntiva, que no. Que si la gestante lo necesita, hay que emplearlo. La salud de la madre incide directamente en el feto, de modo que cuanto mejor sea su situación sanitaria el feto estará mejor, que si blablabla...
Dices que el feto es una persona humana. Un feto es un feto. Un embrión es un embrión. Una persona humana es una persona humana. Usemos los términos correctamente y no como nos conviene según el momento. A mí me parece muy bien que defiendas al feto, pero no lo llames “persona humana”, porque no lo es. Y hablemos de aborto, porque estamos hablando de aborto. Un asesinato es otra cosa.
Emplea la palabra aborto y la palabra feto, porque el lenguaje hay que utilizarlo correctamente (nada de “persona humana” ni de “asesinato”).
Tengo el convencimiento total y absoluto que, antes del momento en el que una mujer aborta, ha pasado por una seria, dura y dolorosa reflexión sobre la oportunidad de su decisión. Nadie aborta “porque sí”. Abortar no es un deporte, ni un placer. Abortar debe ser difícil. Muy difícil... Supongo que es doloroso, serio, lamentable y todos los calificativos que le queramos poner. Pero yo afirmo que debería despenalizarse...
Un saludo