Drop dijo:
Aparte de todo esto, sigo insistiendo: la violencia de género nos afecta a todos, hombres y mujeres. Ni todos los hombres son (somos) unos malvados maltradores ni todas las mujeres son seres angélicos más allá del bien y del mal."
Sobre la perspectiva de género no sé que decir, será para seguir debatiendo los aspectos diferentes y comunes entre los sexos.
Lo que quería comentar es sobre el tema con el que se inició este hilo pero de manera objetiva sin generalizar ni estigmatizar a los hombres.
La misma Ley de Violencia de Género incluye las agresiones y malos tratos en el seno familiar en general. Tanto los cometidos por los padres contra los hijos, como entre ellos, como de hijos a padres. Hay infracciones graves, delitos muy graves, que requieren la imposición de penas eficaces aparte de otras medidas. La ley establece no sólo las penas agravadas para ciertos delitos sino también las medidas de reeducación, medidas de alejamiento y control. Hace una diferencia en la duración de las penas mínimas de delitos menos graves de maltrato cuando se trata de hombre a mujer en vez de mujer a hombre, lo cual vulnera el principio de igualad y el legislador debería mejor haberlo dejado.
En todo caso en la realidad social a la que nos enfrentamos cada día aparecen las mencionadas conductas machistas como un aspecto integrante en la causa de una gran parte de este tipo de delitos y si éstos son denunciados o tristemente descubiertos se castigan los autores de la misma manera que si los razones hubieran sidos otros.
No obstante, buscar las causas es fundamental para la prevención y la evitación de delitos. Esto nos lleva al grupo de autores y víctimas, su origen, su educación, su formación, sus recursos económicos, su forma de vida.
Destacan (habrán muchas excepciones) los problemas sociales, económicos, de falta de integración y pérdida de identificación, de adicciones al alcohol y drogas, ( al trabajo en un caso reciente en UK) y mucho más.
Los inmigrantes (las mujeres en especial) son más vulnerables no están amparados por "su gente y su cultura", no saben a quien acudir. Pero no son los únicos, el Instituto Andaluz de la mujer revela datos preocupantes para todos nosotros. ¿Dónde está el problema, sólo el machismo o también el feminismo, sólo los hombres o también las mujeres, sólo la pobreza, el stress, las frustraciones, las hormonas, las drogas, la sociedad, sólo el conflicto de género o también de generaciones?
Hay muchos factores que juegan un mayor o menor papel pero la convivencia pacífica entre las personas y entre los sexos hay que promocionarla, hay que formar y educar no queda más remedio.