Pero sí es el típico corporativismo sectario:
El islam no mata, matan los que se hacen pasar por islámicos.
El catolicismo no mata, matan los que se hacen pasar por católicos.
El laicismo no mata, matan los que se hacen pasar por laicistas.
La República no mata, matan los que se hacen pasar por republicanos.
El comunismo no mata, matan los que se disfrazan de comunistas.
Todo menos hacer autocrítica de los mecanismos opacos que posibilitaron que se criminalizara a toda la población, todo menos hacer autocrítica de cánones artísticos bananeros que posibilitaron que se criminalizara a toda la población. Todo menos hacer autocrítica de esa máquina del odio, la destrucción y muerte que es la doctrina de la lucha de clases.
Pero en realidad los culpables del horror comunista, no sólo fueron los comunistas. Hubo también un capitalismo inmoral y oportunista que miró hacia otro lado, que les vendió armas, que no quiso saber nada de esas personas que fueron de la tierra al cielo, sepultadas por el hielo, de la prensa de los países supuestamente civilizados que miró hacia otro lado, de las potencias criminales como Estados Unidos y Gran Bretaña que dejaron que Polonia cayera en manos de los criminales soviéticos, de los gobernantes supuestamente demócratas que censuraron las denuncias contra el horror comunista.
Esa red de silencio vergonzoso y culpable de las democracias occidentales, también mató a esos millones de personas. Quiero decir que las sociedades occidentales capitalistas, por lo menos la cúpula, tejieron esa red de silencio sin la cual todos esos crímenes horrendos no se habrían producido. Entre ellos gentuza como Benet que dijo:
"Yo creo firmemente que, mientras existan personas como Alexandr Solzhenitsin , los campos de concentración subsistirán y deben subsistir. Tal vez deberían estar un poco mejor guardados, a fin de que personas como Alexandr Solzhenitsin no puedan salir de ellos."
Ya dijo Orwell algo así como: "la ignorancia es la fuerza de la barbarie."