Adoro a las marujas, cierto es, que como en la viña del señor existe de todo pero, existe un prototipo de maruja que bajo la apariencia de adorables madres de familia, respiran un tufo reaccionario que apesta. Forman parte de esa porción silenciosa que denunciaba los versos que copie el otro día y que se atribuyen a Beltron Brecht. Mienten, manipulan, son ambiguas, insensibles y tremendamente conservadoras. Aunque yo matizaria que sobre todo practicas y que van al "al sol que mas calienta".
Dan la impresión de que son tontas o que no se enteran pero, no es cierto, se enteran y mucho pero van a "lo suyo". Si en Argentina desaparecieron miles de muertos algunos de los cuales tirados desde los aviones sin paracaídas ellas dicen "Argentina pilla muy lejos", si conocen que miles de personas yacen por las cunetas de España sin una digna sepultura pues "que sigan pudriéndose". El respeto, la dignidad y la justicia reparadora, no les dice absolutamente nada, son insensibles, como zombie.
Se declaran agnósticas como una postura progre pero defienden la filosofía de la iglesia mejor que los kikos. Dicen que son indiferentes ante la posición sexual de la gente pero, no mueven un dedo ante la represión o discriminación de determinados colectivos. En fin son mis adorables carmencitas.