Sin duda faltan recursos, especialmente medios de nuevas tecnologías para la Administración de Justicia. El sistema informático y telemático del Ministerio de Hacienda sería un gran alivio.
Los funcuionarios de la Justicia son los que mejor saben lo que está pasando y no faltan las críticas a más alto nivel.
El presidente del TSJA (Andalucía), preguntado sobre la situación general de la justicia, ha admitido que el modelo judicial "no sirve" y que por tanto habría que adoptar "todo tipo medidas" con reformas legislativas. Aboga por una reforma profunda durante dos legislativas.
En su opinión el trabajo de los jueces penales podría descargarse si se crea una nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal. No tendrían que llevar toda la instrucción criminal y podrían delegar parte a las fiscalías sin dejar el control.
La crispación generalizada, la violencia que nace y se desarrolla en las escuelas, en la calle, en las carreteras, y fundamentalmente, en el ámbito doméstico aumentan las causas de los juzgados de familia, penal, civil etc..
A su juicio, 'es un problema de educación y de principios, una falta del respeto de los derechos fundamentales que afectan a las personas más desfavorecidas. Hay que defender los intereses propios sin llegar a actitudes agresivas'.
En este sentido aboga por “reflexionar sobre el origen de la violencia en la sociedad, un debate que 'no es muy frecuente en España y que es muy necesario', ya que, a su juicio, 'sabiendo los orígenes se podrá combatir mejor este fenómeno'.
Los juzgados y las salas de lo civil sufren un panorama parecido. El aumento, según el juez, se debe a "la judicialización de la vida social". Las diligencias crecen por esta conflictividad social existente. No pocas veces se escucha en la calle "nos vemos en los tribunales" , ante cualquier conficto que podría resolverse con el sentido común.