El problema de todo esto, es la aparente unanimidad en el apoyo recibido por parte de sus compañeros de gobierno durante los días anteriores a esta dimisión. Todos han cerrado filas en torno a él de cara a los medios, hasta el mismo momento de su dimisión, que según el medio de prensa e información más potente del país, se ha debido principalmente a presiones desde su propio partido. (Que no a un afán de buena voluntad y sereno arrepentimiento.) En cierto modo, creo que da una imagen de gobierno de cara a la galería, y de rampante mediocracia, que no me hace ninguna gracia.
Bermejo, según mi opinión, se equivocó en la forma desde el principio. Me ha parecido un ministro socarrón, poco serio (las famosas redondillas, madre mía), e incluso garrulo. La imagen de la cacería me ha recordado a los más siniestros tiempos de "Don Paco", cazando con los miembros de su ejecutivo en grandes fincas de Andalucía, "dirigiendo" el país entre cartuchazo y cartuchazo.
En fin, suerte a su sucesor, y desde luego, que lo haga mejor que este.