Comprendo que sea encomiable la labor de los cristianos en el primer y en el tercer mundo. La Iglesia (no sólo la católica, por cierto) cubre de forma automática toda prestación social de la que el estado haga dejación (cuidado de ancianos, enfermos, madres solteras sin recursos, etc). Eso lo hace tanto aquí, en el primer mundo, como en cualquier otro mundo posible. Estoy de acuerdo en que es una labor que debe ser apreciada, y por tanto, incluso financiada con cargo a los presupuestos públicos, sea en forma de subvención o de transferencia de capital al extranjero. No tengo datos del porcentaje de ingresos que la iglesia católica española dedica a estos menesteres. Eso ocurre, entre otras cosas, porque nadie, que yo sepa, se ha molestado en auditar las cuentas de la institución. Y les recuerdo que la iglesia recibe del estado más de medio billón de pesetas al año, según datos que conozco del año 2002 o 2003.
Hecha esa salvedad, me gustaría que enjuiciáramos correctamente algunas actitudes "solidarias" de los católicos, por ejemplo en África, donde además de medicinas, reciben regulares visitas de los inspectores para recordarle a una población diezmada por el SIDA que no pueden usar condón. Por cierto, todo hay que decirlo, muchos cristianos católicos destacados en tales misiones reparten preservativos a escondidas. De ahí que los integrantes de la teología de la liberación (Boff, Gustavo Gutiérrez) y cualquiera otro que haya defendido "la opción por los pobres" (Küng, Ellacuría) fueros llamados al orden, condenados y silenciados, cuando no expulsados, por orden del Panzerkardinal, hoy summo potifex.
Sobre dogmas y valores, hay para todos los gustos dllp6. Con todos mis respetos: educación, tolerancia, ayuda... yo, para calificar al monoteísmo institucionalizado, empleo las palabras adocenamiento, integrismo, jerarquía.
Saludos.