Entrevista a Miguel Ángel Rodríguez Arias, Investigador del Instituto de Derecho Penal Europeo e Internacional de la UCLM.
Ha demostrado que la Ley de la Memoria Histórica vulnera aspectos fundamentales.
En el apartado de los desaparecidos del régimen, el Gobierno socialista copia una ley de Franco de mayo de 1940. Es la orden sobre exhumación e inhumación de cadáveres asesinados por los ‘rojos’. El sistema de búsqueda de desaparecidos de nuestra Ley de Memoria Histórica es el que Franco puso en marcha en mayo de 1940. Partiendo de esa base, he demostrado que viola dos artículos porque cuando se producen desapariciones forzadas, una obligación fundamental del Estado es proceder a una investigación oficial efectiva independiente. Eso lo establece el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en una veintena de sentencias.
Subraya que hay falta de responsabilidad por parte del Estado. ¿Qué debería hacer?
Debe de poner en marcha una Comisión Nacional de Búsqueda, cumpliendo así los tratados de Derechos Humanos. El Estado social, democrático y constitucional español debe estar a la altura de su nombre. Es una obligación hacia las familias y ha de alcanzar a todos aquellos casos de desapariciones de los que se tenga noticia, haya o no querellas planteadas. Nos encontramos con una situación tan impactante y anómala, que la sociedad no es consciente de que España es el segundo país del mundo en cifras de desaparecidos tras el régimen de Pol Pot (Camboya).
¿De cuántos desaparecidos estamos hablando?
En España tenemos más desaparecidos que en toda Hispanoamérica junta, sumándole la ex Yugoslavia. Sólo en Andalucía hay más desaparecidos que en Chile y Argentina juntos, unas 54.000 personas. Cuesta entender cómo es posible que se siga permitiendo que esta situación perdure en el tiempo. El tener a 150.000 personas en fosas comunes significa tener a otros tantos familiares sufriendo en la incertidumbre. Esto se conoce en el Derecho Internacional como el ‘síndrome de Srebrenica’. En Srebrenica, un caso internacionalmente conocido, se registraron más de 6.000 ejecutados, pero en Castilla-La Mancha seguimos teniendo más de 7.000.
La Ley de la Memoria no menciona a los niños perdidos del franquismo.
Es mucho más grave y dramático porque se siguió robando niños hasta bien entrados los años 50. Hoy son gente que ronda los 60 y que vive en la mentira. Son como los casos de las Abuelas de Plaza de Mayo, en Argentina, sólo que allí se secuestraron 800 niños, mientras que según las estimaciones que baraja Baltasar Garzón en el auto de la Audiencia Nacional, la dictadura franquista robó 30.000 niños.
¿En qué se amparaban para hacer algo así?
Se basaban en la doctrina sobre la salvación de la pureza racial de la hispanidad, de inspiración nazi, del jefe de los Servicios Psiquiátricos Militares de Franco, el coronel Vallejo-Nájera. Hay estudios publicados en los que se refleja la necesidad de separar a estos niños de las familias republicanas para impedir que prosiguiera el contagio del comunismo, que iba a llevar a la degeneración mental de la españolidad. Algo que hoy es impensable. Hacían investigaciones forzadas con prisioneros.