Bueno, aquí en la Comunidad de Madrid, los sindicatos parece que alzan la voz, que protestan, pero la realidad es bien distinta. Conocedores como lo son de la situación que vive la sanidad y los profesionales de ella,de las irregularidades que se cometen, de que los altos cargos nombrados a dedo, responsables de la sanidad se pasan por el forro la Ley de incompatibilidad etc. En el momento de tomar medidas, de hacer denuncias publicas con nombres y apellidos, se echan atrás, siempre tienen a mano la respuesta de que un sindicato no puede ir en contra de ningún trabajador, que, aunque sea el propio trabajador responsable de gestionar un contrato que esta incumpliendo la Ley de incompatibilidad a sabiendas, no puede ir en contra de el, estas y otras excusas parecidas son la respuesta que te dan cuando la situación ya ha llegado a unos limites en los que se ven obligados a actuar, cuando piensas que no tienen mas remedio que tomar medidas, no actúan, no hacen nada, no saltan la barrera que separa la denuncia publica de la acción; se quedan parados. No hace falta ser muy inteligente para darse cuenta de lo que hay detrás de estas actuaciones.
El caso del Gregorio Marañón parece que se va a convertir en lo mismo, por las actuaciones que estamos viendo se va a quedar en nada, no va a hacer saltar ninguna alarma, estamos pensando que detrás de todo lo ocurrido lo único que hay es un montaje político preparado con toda intención, no es el primero que vemos, los hemos visto peores, muy bien construidos y que han dado muy buenos resultados a personas sin escrúpulos, cargos nombrados a dedo y muy bien pagados, pero, es imposible conseguir pruebas, por lo menos de momento.