Yo creo que los sindicatos cumplen su función de defensa de los trabajadores al igual que las asociaciones empresariales de sus intereses, y que las empresas no pueden funcionar sin trabajadores ni estos pueden vivir sin empresas ni empresarios.
Así las cosas, y antes de entrar a valorar el papel del Gobierno en la reforma laboral, haré unas consideraciones.
Es muy negativo y una fatalidad que la reforma laboral no haya sido pactada. Es un fracaso estrepitoso. Creo que los sindicatos no han sido muy responsables en cuanto a que no han aceptado la realidad económica. Sólo se han limitado a manifestar que ellos no son los responsables de la crisis, y razón no les falta, rechazando la renuncia a ciertos derechos, que podrían símplemente haber propuesto que se aparquen provisionalmente hasta que podamos decir que la crisis se ha terminado y que se ha consolidado la recuperación económica, entre otras cosas. En cuanto a los empresarios, creo que han tratado aprovecharse de la situación y descargar sus propias culpas en la clase trabajadora, a quien quieren hacerle pagar las consecuencias de la crisis. Es lamentable.
Dicho ello, sólo cabe hacer una pregunta a los sindicatos, ¿si no les gusta este Gobierno y se manifiestan contra él, les gustaría más uno de derechas, cuya primer propuesta es la de limitar y reducir el derecho constitucional a la huelga?.
En cuanto al actual Gobierno, lo único que se puede alavar es que haya agotado al máximo la posibilidad de negociar y llegar a un pacto entre sindicatos y empresas. En cuanto a la reforma aprobada, sí se ha visto obligado a sacarla adelante, pero también ha fracasado en su papel de mediador, que no consiguió acercar posturas.
Así las cosas, lo que nos ha quedado es una fractura social trabajadores-empresarios-gobierno que produce mucha incertidumbre y desconsuelo entre la ciudadanía. Este país no se merece esta situación. Es una pena.
¿Culpables y responsables?. Creo que no se soluciona echándole la culpa a uno u otro. Sería como un peloteo de tenis que no acaba nunca. Lo más sensato es responsabilizar a todos. Han sido incapaces de pactar y cuando no hay acuerdos y pactos, sólo aparecen conflictos, justo lo que no necesita este país en estos momentos, que es cuando más unidas deberían estar las diferentes fiuerzas sociales, ecomómias y empresariales y los diferentes gobiernos autonómicos y central.