En cuanto a la parte en la que te refieres a mi comentario, no sí si es que no me expliqué del todo bien, pero lo que quería decir es justamente esto, que aún suponiendo que la declaración del estado de alarma no fuera del todo conforme a derecho (que lo sigo pensando por el traido y llevado apartado c concurrente con a, b o d) el Gobierno no podía ceder al chantage de un colectivo privilegiado y que algo tenía que hacer, sobre todo GOBERNAR, que para esto está.
Son dos cosas distintas: por supuesto que hay que hacer frente a los controladores, pero no al estilo del Antiguo Régimen, sino con métodos propios de un Estado Liberal y de Derecho.
No podía... ¡Ja! Pero son tan chapuceros que están cediendo: te están engañando, te están tomando el pelo, no han exhibido más fortaleza que la del débil, lo único enérgico que han hecho ha sido meter ruido a través de su aparato propagandístico, que son la antítesis de la ilustración, de la luz de la razón: chapuza y más chapuza, superstición y tinieblas.
Políticamente han hecho como Reagan, pero con una diferencia: lo de Reagan fue un chapuzón y lo de éstos una chapuza, porque Reagan se tiró a la piscina, sí, pero había agua. Y estos bárbaros se han tirado sin haber agua. Lo único que les importa es su jodida plata, darse una prórroga de cinco meses sin convocar elecciones.
En cuanto al art. 103 CE, podrá decir lo que quiera sobre la condición humana, pero la condición humana es la que es y de esa condición humana no se puede excluir a los miembros del Gobierno, ni por ser políticos, ni por estar en el Gobierno, ni por ser del PSOE. Que deban velar por el bien común, no significa necesariamente que lo hagan y yo creo que sólo sirven a su propio interés: es lo que han demostrado a lo largo de su historia y, no veo por qué en este caso va a ser distinto.
Pero vamos ahora con la chapuza política.
Chacón, que es como Rubianes, según la camiseta que paseó orgullosa por Barcelona, está al mando del Ejército. Es una de las Ministras que más antipatía ha despertado en el estamento militar. No se olvide que los militares tienen como misión defender a España, y que España para Chacón no es sino "la puta España", cuya unidad "se la suda". (Rubianes Dixit y ella es Rubianes, según la camiseta que tan orgullosamente paseaba por Barcelona). Y porque la persona es la que es, el Ejército es el que es: estamos en Europa (desgraciadamente) y sometidos a la ley europea. Y es la ley europea la que impone una habilitación para los controladores militares, que éstos desgraciadamente no tienen, porque a Chacón se la suda la puta España. La consecuencia de todo esto, es que en contra de lo que sería deseable, sólo actuarán contra tres o cuatro controladores y no contra todos ellos, pues la desagradable verdad es que los necesitan, al menos para que España no vuelva de cabeza a la Edad Media. Quiero decir, para que no volvamos de cabeza a la Edad Media, antes de que los musulmanes se hagan con todo el poder.
Así que ni es lícito, por la letra de la ley, ni lo es por el espíritu de la ley, ni la medida es eficaz, ni es una muestra de fortaleza: es tan sólo una muestra de que quieren parecer fuertes en su debilidad.
¿Por qué no tienen las habilitaciones, ni la preparación necesaria los militares?
¡¡Pues porque durante todos estos años, el Gobierno, en vez de dedicarse a cosas útiles, se ha dedicado a desmembrar a la "puta España"!! Se ha dedicado a perseguir a los que hablamos en la lengua oficial de la "puta España", se ha dedicado a regar de subvenciones a su camarilla, a permitir que las Autonomías se gastaran lo que no teníamos, a permitir que el dinero de las Cajas de Ahorro desapareciera y fuera a MANOS LLENAS, (Moltó, Caja Castilla La Mancha o Serra, Caixa de Cataluña). Se ha dedicado a garzonear con la memoria histórica, a prohibir misas en el Valle de los Caídos, a perseguir a los colegios que llevaran crucifijo, a darse el pico con genocidas como Castro y Mohamed VI, a mangonear en la judicatura, a colocar a los suyos en el Constitucional, a condecorar primero y aleccionar después a los jueces condecorados de la Audiencia Nacional, a restringir el derecho de acción popular, a prohibir los toros, el tabaco, a prohibir a los niños el fútbol y a las niñas las muñecas con la ley del recreo. En definitiva: a dar rienda suelta a sus paranoias de acomplejados, a subvencionar a los suyos y a crear una industria de impunidad para los suyos. Por eso les salen agujeros por todas partes, las medidas las toman sin reflexionar y pensando únicamente en el interés electoral: son así, la condición humana es así y la condición política es lo peor de la condición humana. No estudian, no leen, no preparan: por eso caen en las emboscadas más estúpidas, como las tropas de Abderramán III en la batalla de Simancas: eran muchos más, pero eran mucho más burros y eran hábilmente conducidos por los cristianos al precipicio. Así perdieron estrepitosamente una batalla que tenían ganada de calle. Esto es lo que está pasando. Ahora en vez de moros, son políticos.
Preparación y compromiso, energía, pero también prudencia y astucia: eso es lo que no tiene este Gobierno, ni creo que tampoco los demás grupos políticos. Por eso vamos como vamos: como pollos sin cabeza, como moros en Simancas.