Hola:
En cuanto al movimiento que se está produciendo, hay que estar ahí, según mi opinión. Soy de los que piensan (y muchos aqui parece que no se acuerdan de las propuestas de cambios constitucionales que pedían en su momento) que necesitamos un reciclado total.
Hay que cambiar la ley electoral, hay que provocar más consultas a través de referendum en cuestiones que nos afectan a todos (siendo democracia, nos dan miedo los referendums), hay que terminar con la exclusividad de los partidos como representación, y obligar a éstos a que presenten listas abiertas. Sobre todo, fuera al ley d´Hont, y no tener tanto miedo a que falte el superpoder de los partidos minoritarios. Si tienen menos votos, no tienen derecho a gobernar, como están haciendo. El valor de los votos ahora no es el mismo para todos los ciudadanos, menuda representatividad!
Se deben retomar políticas sociales para avanzar. No se puede estar dando dinero a los bancos para que sigan consiguiendo beneficios (y pagar de esta forma sus fracasos de inversión, protegiendo a sus accionistas) y, sin embargo, no estar invirtiendo en un parque de vivienda social bien gestionado, con reversión de la misma cuando el usuario prospere lo suficiente. Si hay beneficios, que la banca y las grandes empresas paguen más impuestos o que creen más puestos de trabajo, en lugar de prejubilar con 48 años. O dictar periodos de carencia a los empresarios y pymes sobre cotizaciones, durante un periodo adecuado para generar empleo, y darles un acceso más directo a los créditos ICO, que hoy por hoy no es más que dinero en las arcas de los bancos privados generándoles resultados mientras no lo suelten.
No se puede seguir permitiendo que las castas "nobles" de funcionariado sigan haciendo de su capa un sayo, dirigiendo los organismos que administran a todos única y exclusivamente para engordarse el bolsillo (no toda la corrupción se da en políticos consiguiendo comisiones, hay mucha a través de los sueldos y de los nombramientos continuos de directores y subdirectores a saco y sin justificación, pero con grandes privilegios. Y mientras tanto, el fraude fiscal, y la economia sumergida, campando a sus anchas, porque los inspectores de todos los cuerpos están muy ocupados en sus cargos de director, subdirectores y adjuntos a todos ellos).
No se puede seguir subvencionando a los sindicatos. Es otro clientelismo que se está dejando ver a lo bestia en los últimos años. Se tienen que trabajar la afiliación, y si no, desaparecer el que no lo logre, porque nadie se ha planteado seriamente por qué hay tantos trabajadores que pasan de los sindicatos... aunque todos sabemos por qué. Y ellos, mientras tengan garantizadas las subvenciones, lamen las manos de sus amos, y se olvidan de la clase trabajadora, tanto en activo, como en paro y jubilados, consintiendo las tropelias gubernamentales.
Hay que dejar de jugar a la política con la educación. Eso está claro. No podemos estar con no sé cuantas leyes orgánicas en los últimos años creando analfabetos (no por culpa de los alumnos, desde luego). Hay que hacer que educación y sanidad sean asunto de Estado, no de autonomias, y crear de una vez por todas una ley de educación que se sostenga en el tiempo y proporcione la calidad debida a la educación obligatoria. Pero para eso, hay que ponerse a trabajar, y dejar al margen el afán de colgarse la medalla el gobierno de turno. Tendriamos que obligarlos a un acuerdo marco y votar el resultado entre todos, para dejarnos ya de idioteces.
Y ésto es una parte. Reformas de gran calado aún más grave son necesarias: necesitamos un poder judicial totalmente independiente, pues necesitamos que esa independencia sea la que vigile la actividad gubernativa y parlamentaria, mientras que ahora mismo está comida por el clientelismo político.
Pero sobre todo, no necesitamos, ni mucho menos, cumplir las órdenes de Merkel, con el apoyo de los sindicatos, con medidas que, se está viendo claro, lejos de sacarnos de la crisis la ha agudizado: pensiones más bajas, reforma del mercado de trabajo, y ahora, el aviso de que hay que reducir las vacaciones y trabajar más horas... eso sí, cobrando menos o mucho menos. Volvamos a la prehistoria porque no los dice Alemania...
No necesitamos políticos que impidan la expresión popular, muestra de que algo en nuestra democracia no funciona, e impida la acampada en Sol de los que claman, y la permita en cualquier sitio de Madrid durante días porque viene alguna estrellita musical o algún equipo de futbol. Es de una ilógica que canta de lejos a que no quieren expresión política popular. Pan y circo, si.
No es extraño que los políticos españoles tengan miedo. Saben que hay razones sobradas para estas protestas, para este movimiento, porque saben que los que sobran son ellos, anclados en una forma de hacer política que no sabe dar otra solución a la crisis que inyectar dinero en el sistema financiero, intentar colocar deuda bajo las condiciones de agencias de valoración de las cuales no sabemos que intereses les mueven (no tengo dudas que son marionetas de los grandes...)
Si volvieramos los ojos hacia Islandia...