Entiendo todas las perspectivas que aportáis, muchas gracias.
Si, es cierto que en temas jurídicos es muy fácil que se den distintas interpretaciones de la misma cosa.
Respondiendo a la pregunta del compañero Drop, decirte que sí, hay constancia de la revisión. En el convenio se estipuló que debía ser a los 8 meses (antes he dicho 10, se me ha ido el santo al cielo, disculpad). Pero a los 8 meses no se cumplió, puesto que la esposa no estaba por la labor de bajar el precio del piso, aun sabiendo que el precio inicial fijado, pasados 8 meses, ya no se podía calificar de "ajustado a mercado", contando tipología del piso, zona, m cuadrados, etc. Es decir, estaba CARO. Se avino a bajarlo cuando le convino -como todo-, pero costó mucho trabajo y mucha discusión que hiciera algo más que eso -a saber, poner cartel de piso en venta, ponerlo en inmobiliarias...-. Pasaron otros tantos meses, y se consiguió que lo hiciera. (todo esto está por escrito, requerimientos de que se avenga a negociar vía mail, uno, dos, tres... la mayoría sin respuesta-. En estas ya estamos de nuevo en la necesidad de bajar un poco más el precio, para enganchar a posibles compradores. Sí se aviene, aunque lo estira de manera que quien pretenda comprarlo ya no pueda beneficiarse del tema fiscal que finalizó el 31 de Diciembre de 2010, por decidir que aceptaba la rebaja del piso en vísperas de año nuevo.
Con la nueva rebaja, el piso resulta más solicitado, pero el esposo no tiene más información que esa: no se sabe nada de posibles contraofertas, posibles interesados... nada.
Por esas fechas, el marido ofrece comprar la mitad del piso a la esposa. Formula la oferta por mail, todo buenas palabras e intentando hacerle comprender que si venden en el año 2010 y compran en el mismo año, se beneficiarán ambos -cada uno por su lado- de las desgravaciones fiscales. La respuesta aún la esperamos a día de hoy. Ni sí ni no, lo cual para mí es significativo. El silencio, en este caso, se entiende como un NO, porque obviamente el SI tiene que ser expreso, pero como tampoco se puede negar, pues no contesta, simple y llanamente. El marido, por su parte, no insiste en la idea de comprarle su mitad. Y ahí queda.
Todo lo referente a la venta del piso, igual que todo lo referente al hijo en común, el marido lo expone via mail, puesto que de otro modo no puede hacer constar sus intenciones en un supuesto procedimiento judicial el día de mañana. Lo he obviado porque por todo el mundo es sabido cuánta manipulación esconde una ruptura matrimonial, a veces por parte de la mujer, otras por parte del marido y el niño por medio como arma arrojadiza. Es un tema especialmente doloroso y personalmente sé que poco se puede hacer si la madre (o el padre) viven con el hijo y se dedican a desprestigiar al otro progenitor delante del niño, en charlas con amigos, con los profesores, con los psicólogos, con los vecinos y con todo aquel que quiera escuchar. Por tanto, el marido, conocedor de todo eso y sin haber entrado nunca al trapo, decide que todo conste por escrito, puesto que es la única forma de probar si el caso lo requiere cuáles han sido sus intenciones y sus peticiones y en qué momento, y qué respuesta han obtenido por la esposa. La mitad de los mails no tienen respuesta, y menos por escrito, sí a veces una llamada telefónica para provocar y poca cosa más. Pero bueno, lo que uno hace, ahí queda.
Lo que habéis comentado en relación a la ejecución forzosa, habiendo un menor de por medio que vive en esa casa y como quiera que el padre, que vive de alquiler, sí, pero tiene trabajo fijo y no necesita su 50% del piso para comer ni para pasar pensión, creo poco probable que un juez ponga de patitas en la calle a la esposa -y por extensión, al hijo que vive con ella-, y el piso quede cerrado hasta que se venda. Más bien, en mi desconocimiento de la praxis, me inclino a pensar que instar a la acción de división es una buenísima opción.
Por cierto, que antes de ofertarle a la esposa comprar el piso el marido, el marido le ofreció su parte a la esposa. Como ella lo rechazó, alegando que ningún banco le daría el crédito necesario para la compra, fue el marido en ese momento el que cambió el rol y le hizo la oferta a la inversa, es decir, quedarse él con la mitad de ella. A lo que ella, como he dicho, no respondió. Todo via mail.
Saludos