Un ejemplo, en 1787: Que no se permita a los niños hablen dentro ni fuera de la escuela otro idioma que el castellano; y que entreguen el anillo para que vaya circulando entre ellos en las faltas en que incurrieren; y al último que llevare el tal anillo a la escuela le aplique la pena de azotes
Me gusta la historia y estoy familiarizado con los argumentos xenófobos y racistas de Sabino Arana & Cia, pero reconozco que la utilización de un texto de la época del Antiguo Régimen, como argumento de genocidio lingüístico, era para mi toda una novedad.
Además, como ya he dicho, yo mismo me he llevado unas cuantas tortas en el colegio y os aseguro, que por motivos, que hoy pondrían colorados a los que me las dieron.
Así pues, el tema me motivaba, por eso me puse a indagar en el texto y
“la cantidad de innovadores -e incluso originales- métodos de castigo para los niños que osaran hablar esa lengua que parece "una colección de ladridos". El asunto prometía.
Resulta que el fragmento está extraído de las escrituras de la escuela de Aya, una especie de reglamento interno de colegio. Eran ordenanzas de las condiciones de trabajo y objetivos a conseguir por los maestros y acordadas por las instituciones locales de la época.
Por cierto, Aldekoatalora omitió las últimas palabras del texto, la versión que yo he consultado acaba así: “le aplique la pena de azotes o palmada con suavidad." Cuestión de matices, supongo.
Pero lo más grave es que a Aldekoatalora se le olvida comentarnos, que en la escritura de Aya de 1784, además del método del anillo, también aconseja que
"en consideración a que la lengua vulgar de este País es el vascuence" y a que la mayor parte de los niños se destinan a vivir en la labranza de sus caserios,
“procurará el maestro adiestrarlos en leer castellano y vascuence. Pero a todos los demás procurará enseñar a leer con alma e inteligencia principalmente libros vascongados de piedad y doctrina, para que sean útiles no sólo a si mismos, sino también a sus familias que no saben sino vascuence"Estaba claro que la finalidad última o máxima que debía guiar al maestro era la
"de inclinar más y aún obligar a la lectura y uso castellano de los expresados libros, principalmente a todos aquellos que previere han de seguir rumbo superior y aun también a los demás que aunque no los hubieren de seguir, quieren sin embargo aprovechar sus talentos en adquirir la instrucción castellana que les sea posible”¿Genocido lingüístico orquestado desde Madrid? ¿Segregación social para los vasco hablantes?
Pues va a ser que no. Resulta que en aquella época, a los segundones de las familias hidalgas, la alfabetización les permitía acceder al poder letrado en el escenario de la Corte, en la iglesia y en la propia administración foral provincial, de ahí lo de
“aquellos que previere han de seguir rumbo superior.” Los primogénitos se quedaban en el caserío, administrando las tierras. Cosas de la época.
Y así lo atestigua un miembro de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País en 1775 cuando partiendo de lo
"reducido, montuoso y estéril territorio del país bascongado de ningún ramo de comercio se puede sacar más fuertes ventajas que del envío o remesas de jóvenes a las Andalucias y las Américas, preparándoles con una cuidadosa instrucción en el manejo de la pluma y la arismética."Incluso a finales de la segunda década del siglo XIX, los representantes de la ciudad de San Sebastián mantenían esta línea de argumentación, manteniendo que
"las Escuelas de Primeras Letras de que en todos tiempos tantos bienes han resultado a esta Ciudad así como a todo el Pays en donde más que en ninguna otra provincia ha sido general la enseñanza de las Primeras Letras y la que ha proporcionado a sus hijos las colocaciones más ventajosas en la Península y Ultramar."En aquella época preindustrial, las clases dirigentes veían provechoso aprender el idioma de la corte para progresar en la vida. No en vano, la historia de iberoamérica está plagada de apellidos vascos.
La idea de algunos de que sería todavía mas ventajoso “desmarcarse” de España vino mucho tiempo después. No hay sentimiento independentista alguno en aquella época.
Por otra parte, los mercaderes, que se dedicaban al trapicheo entre la economía atlántica y la meseta castellana, también veían provechoso el desarrollo de su actividad mediante el registro escrito y contable en castellano.
Algunas ordenanzas al respecto, con obligación de hacer la contabilidad en castellano y formuladas con ánimo de homologar las condiciones de comercio entre las distintas regiones, son también utilizadas por algunos exaltados como ejemplos de
“genocidio linguistico.”Pretenden hacernos creer a los demás, que somos una especie de atávicos responsables de la situación actual de una lengua. Conseguir que una mayoría se sienta culpable por la situación de una minoría y así justificar lo que no son otra cosa que prebendas inaceptables.
Demagogia segura.