Que no, que lo del matrimonio homosexual es una monstruosidad. Y yo tengo derecho a exigir del Estado que ponga fin a esa monstruosidad, porque pago impuestos y voto. Y como pago impuestos y voto, eso implica que puesto que el Estado recibe mi dinero, también tiene que tener en cuenta mis convicciones sobre éste y sobre cualquier otro asunto.
No va a hacerse siempre lo que tú quieras, lo que a ti te guste, etc. A veces, y no importa el partido, se hará lo que a ti te guste y a mí no y otras veces se hará lo que a mí me guste y a ti no, otras veces por el contrario se harán cosas que sean tanto de tu agrado como del mío y otras, se harán cosas que no nos gusten a ninguno de los dos. Lo mismo pasará con mis opiniones, a veces te gustarán y a veces no. ¡La vida msima!