A día de hoy los medios informativos, noticieros y telediarios - o como le llamaba mi abuelo, el "parte" - continúan vendiéndonos una mentira de disfraz roto: hablo de la Monarquía. Dichos medios hablan de una institución que supuestamente arbitra y modera la democracia, y que representa la unidad de la nación española; algo que dista a años luz de la realidad.
Nuestra Monarquía es el producto de la anterior dictadura fascista y opresora del caudillo Francisco Franco, esa misma que tanto Juan Carlos I de Borbón como su padre - Juan de Borbón - apoyaron a través del Movimiento Nacional franquista al que juraron lealtad - Juan Carlos lo hizo en 1969 - con las siguientes palabras: "Si. Juro lealtad al Jefe del Estado y a los principios del Movimiento Nacional y demás Leyes Fundamentales del reino" [Ver vídeo] Posteriormente, Juan Carlos I habla en su discurso de "legitimidad política", refiriéndose con ello al levantamiento militar de 1936 contra la II República.
Fallecido el caudillo España inició un periodo transitorio en 1975 del que a título personal considero que todavía no hemos salido 37 años después. Durante los tres años que supuestamente duró dicho periodo la monarquía se fraguó sobre una pseudo-base democrática.
Tras estos tres años de gestación a finales de 1978 nació la Constitución Española, un traje hecho a medida para el rey español el cual le garantizaba su inviolabilidad frente a la Ley, así como la soberanía y legitimidad al garantizar en la norma suprema ciertos derechos y libertades BÁSICAS de la ciudadanía, que en tiempos del dictador sonaban a mera utopía. La ciudadanía aún aturdida por las secuelas del franquismo no supo pedir como legítima y única soberana el planteamiento de una cuestión de libre elección entre Monarquía y República condenándonos indefinidamente a la situación de súbditos.
La vigencia de la Constitución Española conllevó a ensalzar y calificar como heroicidad la falsa gestión democrática del rey durante el periodo de la Transición.
El argumento de muchos ciudadanos coloquialmente hablando es: "El Rey pudo ser un cabrón como Franco, y sin embargo no lo fue". A todo aquel sector de la ciudadanía cuyo mayor argumento es este, debo responder: Es cierto, el Rey pudo ser tan opresor como Franco, pero ¿es este motivo suficiente como para que los Borbones sean legítimos soberanos de por vida? ¿Debemos agradecérselo eternamente en vez de continuar avanzando y progresando hacia la democracia plena donde sea el pueblo quien decida y elija al Jefe del Estado en igualdad de condiciones? Ante esto, las opciones son dos:
Si hacen caso omiso a mi respuesta, estarán de enhorabuena ya que serán un borrego más de esta falacia de Estado.
Si por el contrario llegan a cuestionárselo, - el cuestionar y debatir no implica que deban estar de acuerdo finalmente - puede que su mente esté respondiendo al razonamiento frente al sometimiento.
La legitimidad de la Monarquía es totalmente cuestionable al ser fruto de un golpe militar fascista en plena República democrática y posteriormente continuada de una dura y violenta dictadura que encaminó a los Borbones hacia el trono.
¿Qué busco con este artículo? Ninguna otra cosa que no sea crear cuestiones en la sociedad. Mi opinión anda lejos de defender un levantamiento ciudadano violento contra la Monarquía, pues como defensores de la democracia y el pacifismo debemos oponernos absolutamente a cualquier acto violento por minúsculo que pueda ser; pero tras 37 años de Transición ocultos bajo la Constitución Española el pueblo está legitimado para pedir que se realice un referéndum en aras de una libre elección entre Monarquía o República para continuar en el camino de la evolución democrática.
Salud y República.
Twitter: @daruiz03
Fuente: No puedes ver los enlaces.
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