Es su problema hasta que de una u otra forma pueda afectar a otros. Y afecta. Lo vemos con el tabaco y el alcohol. Y ya se ha discutido hasta la saciedad este asunto: Es más difícil prohibir algo ya permitido que permitir algo que está prohibido.
Y con el tabaco y el alcohol, precisamente, se va en la dirección de limitar su consumo. No me parece lógico no coherente añadir a esta lista de la muerte más sustancias.
Y en pro de la libertad personal, que cada uno, en su casa y sin salir de ella, que tome chupitos de amoniaco si es menester.
Se va en la línea de restringir el tabaco, en efecto, pero cuando afecta a terceros. Estoy en contra de la ley anti tabaco que aprobó Zapatero y que ratificó el traidor que es Rajoy. Recuerdo como Marianico les decía a los dueños de los bares que bla bla bla.........y al final no cambió nada. Típico, si ha incumplido todo su programa, no iba a respetar lo que dijo en ese tema. De todos modos la UE tiene mucho que ver en esa ley tan restrictiva.
Aun estando en contra de esa ley, reconozco que, como fumador, no tengo que molestar a nadie con mi humo. Y con la maría diría exactamente lo mismo. Ahora, si quiero fumar por la calle, en un espacio abierto.........si pretendes impedírmelo es que quieres imponerme tu moral. Y por ahí ya no trago. Es igual que con el matrimonio gay........¿en qué puede molestarle a un heterosexual que se casen dos hombres? Nadie está obligado a casarse, es una decisión de dos adultos libres, que hacen, o deben poder hacer lo que quieran con su vida y su cuerpo. El resto es imposición de moral, por cierto, CATÓLICA, como siempre.
Pero afortunadamente vamos avanzando. El divorcio, el matrimonio gay.... asuntos a los que la derecha española, animada por la iglesia, se ha opuesto siempre.... pero ahí están, la sociedad avanza, toma conciencia, y al final la derechona tiene que tragar bilis y dejar a la gente en paz.
Pues con el tema de la marihuana, finalmente va a pasar lo mismo, y con la prostitución también. Ambas cosas acabarán legalizadas y reguladas, sea de la mano de podemos o de otro partido.