La realidad es infinita desde un punto de vista tanto microscópico como macroscópico. El ser humano no es capaz de conocerla en su totalidad (en realidad lo que cada uno de nosotros somos capaces de conocer es insignificante). Existe parte del espectro de luz que no somos capaces de ver (ultravioleta e infrarrojos), y sonidos que para nosotros ni existen. Existen realidades que nos resultan absolutamente ajenas (la realidad de un perro, por ejemplo, se situa en un plano olfativo y auditivo incomprensible para nosotros).
Lo que quiero decir es que es muy poco de lo que podemos estar seguros (quizás nada), y pese a ello vivimos y sobrevivimos, nos relacionamos con el medio...y es que el conocimiento humano (y el de cualquier ser vivo) es fundamentalmente pragmático; nos interesa saber y conocer lo que nos resulta útil, no lo que es verdad. Para conocer la verdad nos haría falta gestionar infitos datos; nos haría falta ser dios, o creer en lo que dios nos diga (verdad revelada), lo que para mí particularmente no es nada.
No por ello me considero un relativista radical; más bien al contrario, pues considero que si bien es cierto que LA VERDAD no existe, si que existen unos "puntos de gravitación" alrededor de los cuales se sitúa algo parecido a la verdad (una verdad de naturaleza pragmática). Algo así como la nube en la que se supone existe una determinada probavilidad de que estén los electrones de un átomo, aunque no se sepa exactamente dónde.
Un ejemplo:
-Verdad absoluta: