El barco de guerra navegó siempre por aguas internacionales en el centro y sur del Golfo Pérsico. Aclaró que el portaaviones Roosevelt es el único buque del grupo naval que dirige que participa tanto en la Operación de Seguridad Marítima como en la guerra de Iraq.
Tras varios días sin facilitar información sobre la presencia del buque español, el Ministerio de Defensa negó que hubiera participado en acciones de guerra. En una comparecencia parlamentaria del 13 de octubre, el jefe de la Armada describió la presencia de la fragata como algo equivalente a unas maniobras para permitir que el buque esté en condiciones de operar en colaboración con la Armada de EEUU:
“Después resulta que el despliegue del Theodore Roosevelt fue a una operación, Libertad Duradera, en la que en su día estuvimos y ahora, por lo que sea, no estamos. He tenido que decir, de palabra y por escrito, al almirante americano en el Roosevelt y al Ajema americano, con el que coincidí en México, que nuestra fragata está en un despliegue técnico y doctrinal. Es decir, técnico, para demostrar que la tecnología que utiliza nuestro barco en una fragata de 6.000 toneladas tiene las mismas prestaciones que otro de 10.000 toneladas en ese grupo, y doctrinal, para aprender de sus procedimientos, para lo que estuvo primero tres meses en Estados Unidos, luego en el Mediterráneo y ahora en el Índico.
No es una operación, porque si fuera una operación dependería del Jemad. Es una actividad de preparación de la fuerza en un escenario alejado y en un despliegue prolongado, pero no es ninguna operación”.
La web de la Armada norteamericana informó en septiembre que la “Álvaro de Bazán” iba a participar en el grupo naval “Theodore Roosevelt Carrier Strike Group” “en el espíritu del entrenamiento multinacional y la interoperabilidad”.