" termino ya mi presencia en este forillo de discusión recordándole a algunos que en todo momento, de acuerdo con el título del debate, condené desde el comienzo todos los crímenes, asesinatos, atrocidades cometidas por los unos y por los otros, se fue llevando el tema a terreno caliente tratando de justificar el alzamiento con la ilegitimidad de la república, tanto desde su llegada como hasta las elecciones de feb.36, y por ende se justificaba el franquismo con toda su maquinaria represora... llegando incluso por parte de alguien a llevarnos al terreno de satanizar al comunismo, metiendo en el mismo saco a todos.... los muertos de uno y otro bando, merecen respeto.. a unos se les recordó y se les elevó a mártires de la causa... y a otros se les condenó al olvido, a unos y a otros les debemos de tener presentes para que ese infierno de convivencia y tolerancia nunca vuelva a suceder, ojalá! tolerancia para todos y a estudiar un par de horillas...."
Me ratifico íntegramente:
1. La Monarquía teocrática aquella, era una mi-erda y necesitaba reforma.
2. Era justo por tanto que se pusiera a funcionar una República digamos del estilo de las que narra Maquiavelo, con equilibrio de poderes y abolición de privilegios. Reformar para mejorar, era desde luego algo mucho más sano que echar la culpa de todo a los gabachos, sin mirar nuestras propias deficiencias. Ahora esta casta de alimañas, golfos y saqueadores busca una especie de gabachos, tal y como lo hacía la Iglesia y el A.R. Entonces la culpa de su decadencia, de su golfería que es nuestra ruina, la tienen los gabachos, léase disidentes o Franco. Entonces buscan en esa tacha de ilegitimidad que sólo existe en su imaginario, su fuente de hiperlegitimidad que sólo existe en su imaginario.
3. Me sería muy fácil, en coherencia con lo anterior, calificar de legítima la República obviando la realidad y dejándome llevar por el idealismo reformista republicano que profeso actualmente. No voy a decir que es legítima porque vino de unas municipales y con un golpe de Estado, pero en la medida en que el Rey era un idiota, un inútil y un inepto (la triple i), se puede medio arreglar porque además el tío se piró. Entonces como digo, se puede medio salvar esa legitimidad, igual que se puede medio salvar a la garzonada de la prevaricación en la medida en que ha declarado extinguida la responsabilidad criminal y no se puede cerrar el círculo. Dicho esto, no procede pasarme al lado opuesto de modo que ni legitimidad republicana, ni legalidad del deplorable y vergonzoso auto de Garzón.
4. Niego absolutamente dos cosas: que la República sea sólo el Frente Popular y la legitimidad del "triunfo" del Frente Popular. Para lo primero, espero no tener que demostrar tan palmaria evidencia. Para lo segundo me remito a las irregularidades narradas por Alcalá Zamora entre otros.
5. Afirmo por el contrario la ilegitimidad de pasearse con las urnas, ocuparlas mediante las pistolas y falsear el resultado electoral. Afirmo por el contrario, la legitimidad, el derecho a sublevarse de colectivos que ya habían visto signos de barbarie en los rebeldes de Asturias de 1934, en grado suficiente para temer un exterminio. Como resulta que a esos rebeldes del 34 se les sacó de la cárcel estilo toma de la Bastilla, como resulta que habían visto fotos de Lenin y Stalin, panfletos incitando a que los acuchillaran, discursos del PSOE llamando a la Guerra Civil, a la insurrección y a "dar muerte a laa burguesía criminal", todo eso es motivo más que fundado para ver como muy probable un exterminio si el Frente Popular se consolidaba.
6. Niego categóricamente esa aureola de hiperlegitimidad del PSOE en base a su mitología.
7. Afirmo por el contrario que, esa hiperlegitimidad que no corresponde a nadie ni según el derecho positivo, ni según ningún otro título metajurídico, que no sea su mitología.
8. Y niego absolutamente las premisas de su mitología y, las consecuencias que según ese código emanado de su mitolgía se derivan de ello. Niego por ejemplo que de ahí se derive una tacha de ilegitimidad ad aeternum para el disidente y para los que pedimos reformas y protestamos contra los desafueros del régimen constitucional del presente. Niego que por eso deba despreciarse por ejemplo al que denuncia los despifarros de la Diputación de Almería, que tengan derecho a legislar sobre la estética o la decoración, o que tales premisas hagan bueno un sistema educativo deplorable, que conviertan en justo el que se multe a la gente por rotular en español, que ello convierta en loable el cierre de la COPE, o la pretensión de cerrar Internet. Niego también que deba penalizarse el hacer fotocopias, como en la Rusia comunista, niego también que deba convertirse a toda la población en objetivo del terrorismo de Estado como hacía Lenin con sus leyes o Stalin con su particular concepto de ética del trabajo en las fábricas rusas. Niego que esté nunca justificada una práctica que te hacía reo de la trituradora de carne humana soviética, por cosas del tipo "llevar vaqueros" o "te vi con un tío que miró mal a uno de los nuestros."
Todo esto no puede ser en modo alguno la solución ni al retraso de entonces, ni al de ahora con este constitucionalismo inútil y expoliador. Se usa a Franco para mantener leyes mal hechas, para consolidar y agravar situaciones injustas debidas a atropellos que no tienen la menor intención en paralizar.
Y afirmo que mi defensa del alzamiento no me convierte en franquista para nada. El franquismo fue algo patético, pero el alzamiento fue legítimo.