Hola de nuevo a tod@s.
Compañero Tuno, considero que está muy bien académicamente distinguir entre actuaciones de los Ayuntamientos, actuaciones de las CCAA, y actuaciones del Estado; de alguna forma hay que estudiar la Administración en general. Ahora bien, cuando vamos del terreno de lo teórico al terreno de lo práctico, vemos que las actuaciones de unas y otras son interdependientes, de forma que hay uno que reparte, y otros que reciben. En palabras llanas: si tenemos 1.000 pesetas, las repartimos, se supone que siguiendo algún o algunos criterios. ¿Pero qué pasa? Pues pasa que esas 1.000 pesetas no dan para todo, y como no llegan, hay que recaudar otras 1.000 pesetas sea de la forma que sea. Lo disfracemos como lo disfracemos, es decir, a través de un impuesto u otro, de un impuesto estatal, autonómico o local, lo cierto es que las otras 1.000 pesetas hay que sacarlas de algún lado, y no se me ocurre más lado que el bolsillo de los contribuyentes. Así que señores, no nos engañemos creyendo que los impuestos estatales y los impuestos locales no tienen ninguna relación.
Entonces, tal como yo lo veo, la importancia del asunto radica en el/los criterios de reparto de las 1.000 pesetas originarias, y el/los criterios de reparto para recaudar las otras 1.000 pesetas. Para el primer reparto todos nos apuntamos, pero para el segundo todos intentamos escondernos y barrer hacia casa, ¿o no?. Por tanto, entiendo que a nadie se le puede escapar la importancia de contar con unos criterios de selección lo más justos posible, para de este modo repartir equitativamente las cargas. Y ahí está el asunto. Llamadnos desconfiados, pero a los ojos de los catalanes hay cosas como las que ya he apuntado que no nos acaban de cuadrar, y por eso, tal como dije en un mensaje anterior, se ha solicitado en varias ocasiones desde Catalunya al Gobierno central que se pongan cifras y criterios de reparto sobre la mesa. Lamentablemente eso no se ha llevado a cabo, actitud que sólo puede conducir a un sitio: a preguntarnos el por qué de esa negativa y a aumentar nuestra desconfianza, la cual a su vez lleva a pedir una mayor intervención de Catalunya en los asuntos que aquí estamos tratando. Tuno, ya sé que en todas las Comunidades cuecen habas, pero “pa mi” que unas se las comen con chorizo, y otras sin él.
Compañero pulpo, lamento decirte que creo que en tus palabras cometes varios errores, algunos por desconocimiento, y otros por falta de buena apreciación. En primer lugar, si bien es cierto que sino en todas, en la mayoría de las capitales españolas hay zonas azules, las diferencias de precio entre unas y otras son verdaderamente escandalosas. ¿No me crees? Pues no me ha costado mucho encontrar datos objetivos que De_visita echaba de menos unos mensajes más arriba, en la web de FACUA, federación que aglutina diversas Asociaciones de Consumidores y Usuarios. Para evitar suspicacias, digamos que FACUA tiene su sede en Sevilla, concretamente en la calle Bécquer. Para quien quiera echar un vistazo al asunto, nada mejor que acudir a esta página: No puedes ver los enlaces.
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Login , y para quien no quiera acudir, le adelanto que el estudio de FACUA revela diferencias de hasta un 733% en las tarifas de los estacionamientos regulados de 28 ciudades; ¿a que no adivináis qué contribuyentes son los más saqueados? Pues digamos que en primer lugar los que aparcan en Barcelona, seguidamente los que aparcan en Bilbao, y el tercer lugar en discordia, si bien ya a bastante distancia, lo ocupan los que aparcan en Granada (ojito con los datos de Granada, que si bien podemos ver que por media hora en la zona verde se pagan 1.20 euros, si miramos la llamada 5ª veremos que ese es un precio fijo que permite hasta 5 horas de estacionamiento).
Por otro lado, pulpo, me indicas que si existen o no existen zonas verdes depende del PGOU, y que muchas veces no le compensa a los ayuntamientos tenerlas, prefiriendo cobrar suculentas dietas de los promotores. Yo, sinceramente creí que se entendería a qué me refería, pero ya veo que pulpo no lo ha “cazao”. Tú hablas de zonas no sólo deseables, sino también necesarias en cualquier ciudad; yo hablaba de zonas completamente indeseables para el contribuyente. Para ser claro: las zonas verdes que ahora se han inventado, son como las zonas azules, pero más caras. Y con esto no estoy diciendo que te haya costado entender el asunto, no me malinterpretes; lo único que me indica es que en tu ciudad esta modalidad de zona, no existe. Y ahora te voy a contar una barbaridad: pues mira, resulta que en Barcelona van muy “apuraos” de dinero, y han tenido la brillante idea de pintar en verde, todo lo que no estaba pintado de azul. Y cuando digo todo, es TODO, o sea, toda Barcelona. La cosa va a ir por anillos paulatinamente, de manera que ahora han empezado por el amplísimo barrio del Eixample barcelonés, en el que ya se puede elegir entre el azul y el verde. Bonitos colores, si bien tienen algo de paradójico: antes nadie que visitase Barcelona quería el azul, y ahora todo el mundo se pelea por él, ya que el verde es más caro si llegas a trabajar desde otra población, si vas de un barrio a otro, o incluso si aparcas en una calle cercana a tu domicilio por no encontrar aparcamiento en tu propia calle (diferencias entre residentes y no residentes). En resumen, digamos que en otras ciudades el conductor puede elegir entre el blanco y el azul, mientras que en Barcelona podemos elegir entre el azul y el verde, diferencia que como ya se adivina, no es sólo cosa de gustos: unos eligen entre pagar o no pagar, y otros elegimos entre pagar, o pagar más.
Ahora viene cuando se me dice que eso es cosa de mi Ayuntamiento o del 3%, ¿no? Pues quizá sí, o quizá no. En Barcelona, por si acaso, todo el mundo ha puesto a parir al Alcalde como es lógico, pero el tío sigue en sus trece, y ya no sabemos qué pensar con respecto a este caso (ojo! no con respecto a otros asuntos que nos parecen raritos y que no tienen nada que ver con el Alcalde; ejemplo: cambios de sexo gratis en otras Comunidades). Ahora resulta que los catalanes tenemos dudas por aquí y por allá. Y yo me pregunto: ¿qué mejor forma para despejarlas que desde lo más alto nos digan cómo se reparten las 1.000 pesetas, bajo qué criterios, y por qué de ese modo y no de otro?
Pulpo, en cuanto al IBI me tendrás que perdonar, pero cometes otro error: el IBI tiene muchísima relación con un dato; no sé si se puede decir que ese dato es objetivo o no lo es, pero decir que los Ayuntamientos lo establecen caprichosamente parece excesivo. Resumiendo bastante, el IBI toma como base imponible el valor catastral del inmueble tal como establece el artículo 66 de la LHL, el cual se multiplica por unos coeficientes reductores según los años que han pasado desde que se hizo la revisión catastral, obteniéndose la base liquidable. Hasta aquí todo es cosa del Estado, concretamente del Ministerio de Hacienda. A partir de aquí aparece la acción del Ayuntamiento, el cual puede aplicar a esa base liquidable un tipo de gravamen entre el 0,4 y el 1,1 % para los inmuebles urbanos, obteniéndose así la cuota tributaria del IBI, o sea, lo que pagas. La táctica es la siguiente: el Ayuntamiento necesita pasta para funcionar, y como no tiene bastante con lo que viene de arriba, va aumentando año tras año el tipo de gravamen. ¿Pero qué pasa cuando se ha llegado al 1,1% establecido como máximo? Pues bien, en ese momento es cuando se revisan los valores catastrales por el Estado porque “los cambios en las circunstancias del mercado o urbanísticas lo aconsejan”, y vuelta a empezar. ¿De quién es la culpa? ¿Del Ayuntamiento que sube el tipo de gravamen? ¿Del Estado que sube el valor catastral? ¿De que el Ayuntamiento no recibe de arriba lo que debiera? ¿Se revisan los valores catastrales en todos los Municipios, o sólo de los Municipios que interesa revisar? Demos las vueltas que queramos al asunto, el problema se reduce a cuestiones de repartos; de repartos de lo que hay, y de repartos de lo que falta por poner; y nada mejor que empezar por arriba e ir descendiendo, pero desde el Gobierno central se nos vienen escondiendo esos repartos y esas las cuentas. ¿Será por algo?
Para terminar con este rollo, pulpo, no es por nada, pero salvo que nos situemos en posiciones utópicas anarquistas, me parece que no hay nadie que no sea nacionalista. ¿Para ti sólo existen los nacionalistas vascos, los nacionalistas gallegos, y los nacionalistas catalanes? ¿No me digas que tú no existes y estoy escribiendo este coñazo sólo para mí? “Fijaté!” yo que creía que eras un nacionalista español!