Y sobre las mentiras de Garzón en sus procesos, las teles del PSOE... cerrojazo informativo.
Y sobre las victorias judiciales de Federico... lo mismo.
Esta mentira ha sido en el caso Gürtel, del cual lo único que parece claro es que Garzón espió a las defensas ilegalmente, sabiendo que no podía, que fue un juez descaradamente parcial y que a partir de ahí, no hay por qué suponer que lo que sale de ese sumario, es verdad.
Panorámica de los dos casos más retrasados:
Santander: perspectiva incierta, como ya aventuré a Garzón en este caso le conviene correr, no así hacer fintas procesales como con lo del franquismo. Esto se debe a que si en el caso del franquismo, la sola evocación de la Constitución Española es base suficiente para dictar una sentencia condenatoria, no sucede lo mismo en el caso de Santander. Lo que hizo con el caso del franquismo es en sí mismo esperpéntico, grotesco, su injusticia y su voluntad de ser injusto se deduce de los autos y del historial político del personaje. Es algo injustificable. Sin embargo en lo del Santander, hay un conflicto de intereses muy poco claro, cuentas muy opacas que Garzón intentará ocultar y la sociedad de la Información y el juez instructor, desvelar. El instructor deberá trabajar a conciencia para que salga toda la verdad, o al menos una parte sustancial de ella. Será el procedimiento más lento muy a pesar de Garzón. No espero por ello una apertura de juicio oral a corto plazo, salvo nuevas e incontestables pruebas.
Escuchas: se están llevando a cabo muchas y muy eficaces averiguaciones: el hecho ilícito de Garzón es claro, su voluntad de ser injusto, difícilmente discutible. Pronto se emitirán nuevos autos, entre los cuales probablemente se dará el de apertura de juicio oral. La injusticia de las Resoluciones se deducen fácilmente de autos y, no creo que sean necesarias demasiadas pruebas adicionales para dictarse juicio y posterior condena. La cosa será más de reforzar lo que ya se sabe, neutralizar todas las fintas procesales de Garzón que no serán pocas, etc.
En resumen, éste es el panorama: cuando la resolución con su sóla lectura ya es tremendamente chocante, más le vale ir a luchar por salvarse por la puerta trasera de los defectos de forma, alargar, recurrir, recurrir y alargar. Cuando por el contrario, es tan sólo una cosa confusa, que tiene mala pinta, entonces le conviene acelerar el procedimiento, pues el tiempo juega en su contra, ya que a más tiempo, más pruebas en contra.