A mí me pasa lo mismo, no sé si Fabulas Feroces, si volver a Ovidio, etc.
Lo peor de este tratado de Hayek, es que tiene muchas partes destacadas y buenas, y que, seleccionar algunos capítulos en especial, resulta muy complicado. ¡Hay tanto!...
Pero bueno, seleccionaré algunos capítulos en especial:
6. Planificación y Estado de Derecho. La técnica jurídica de construcción del totalitarismo desde la democracia. Sumamente aleccionador.
8. ¿Quién a quién? O de cómo el movimiento socialista obrero, dio origen a un movimiento socialista de clase media, que luchaba no sólo contra el capitalismo, sino también contra el socialismo obrero. Entonces eran obreros, pero hoy podrían ser pilotos, controladores, que no obstante su condición de asalariados, sin embargo despiertan las iras de muchos otros asalariados. Justo, injusto o si las dos partes tienen parte de razón, es otra cuestión. Pero pongo este ejemplo, como símil de lo que sucedió entonces.
10. ¿Por qué los peores se ponen a la cabeza? El tipo de gentes que se necesitan para los trabajos sucios del totalitarismo. Lo aterrador es que quizá no sean muy distintos de nosotros. O quizá sí, ¡quién sabe!
11. El final de la verdad. O las técnicas de devastación socialista del sistema educativo. Aquí aclaro que para Hayek hay cuatro grandes tipos de socialistas: socialdemócratas, comunistas, nazis y conservadores, así como por ejemplo, los monopolios empresariales obtenidos mediante el favor político. (De ahí que dedicara el libro a "los socialistas de todos los partidos"). Es decir que para Hayek por ejemplo, son socialistas todos los Gobiernos de Europa, los conservadores británicos, etc. Esta clasificación es sin duda controvertida, aunque a mí me parece bastante ajustada a la realidad.
y 12. Las raíces socialistas del nazismo.
Se habla de lo que se aprende con los libros, que sin duda es muy útil. Y se obvia la no menor importancia de lo que se "desaprende". Este libro tiene los dos tipos de cosas, en grandes dosis y no sabría decir si se aprende más que se desaprende, o viceversa.