Las fuerzas de seguridad han detenido durante el último año a más de cien presuntos miembros de ETA o vinculados con el entorno de la organización terrorista. Es, como diría el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, la "prueba del nueve" de que siguen persiguiendo a la banda y a su órbita.
Más de un centenar de presuntos terroristas han sido arrestados en operaciones practicadas sobre todo en España y Francia, pero también en Portugal, donde la banda confiaba en poder escapar del acoso policial en los dos países y había montado una fábrica de bombas con más de una tonelada de explosivos en su poder.
La dura lucha contra la banda en los últimos años ha permitido que ETA mataron el 30 de julio de 2009 a los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada García y Diego Salva Lezaún, con una bomba lapa frente al cuartel en el municipio mallorquín de Calvià.
La última víctima mortal, sin embargo, sí se ha producido en 2010, con el asesinato del gendarme francés el 16 de marzo.
La banda terrorista ETA ha asesinado a un total de 38 políticos desde 1975, fecha en la que asesinó al entonces presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco. Buena parte de estos asesinatos de políticos, un total de 22, incluyendo al ex concejal del PSE de Mondragón, Isaías Carrasco, los ha cometido en los últimos trece años, aunque la mayoría de ellos, 21, estuvieron concentrados entre 1995 y 2003.
Desde el año 1968 hasta 1995, en que ETA comenzó a incluir en su estrategia violenta a los concejales del PP y del PSOE como objetivos, la banda terrorista asesinó a 16 políticos, los dos últimos, en 1984, uno de ellos era el senador socialista Enrique Casas.
Durante los once años siguientes, la clase política no registró atentados de la banda, pero el 23 de enero de 1995 Valentín Lasarte reanudó esta ofensiva con el asesinato de Gregorio Ordóñez en San Sebastián, mediante varios disparos en la cabeza. Desde entonces, hasta hoy, los terroristas han asesinado a 12 miembros del PP; 8 del PSOE y 2 de UPN.
En el año 1996, el 6 de febrero, moría a manos de ETA el dirigente histórico del PSOE, Fernando Múgica, también de un tiro en la cabeza, al igual que Gregorio Ordóñez.
El mismo método que utilizaron los terroristas para asesinar el 12 de julio de 1997 al concejal del PP en Ermua, Miguel Angel Blanco, -después de haberle secuestrado dos días antes para exigir al Gobierno que acercara a los presos de ETA al País Vasco- y el 11 de diciembre al también concejal popular José Luis Caso, que fue asesinado en Irún.
La banda continuó con esta escalada de atentados contra políticos en 1998, duplicando sus víctimas al asesinar a cuatro concejales, tres del PP y uno de UPN: José Ignacio Uretagoyena, Alberto-Jiménez Becerril -junto a su esposa-, Tomás Caballero y Manuel Zamarreño.
Sin embargo, el peor año fue el 2000, cuando los terroristas asesinaron a 8 políticos, cinco del PP y tres del PSOE. Los primeros fueron: el concejal de Durango Jesús María Pedrosa; el conejal de Málaga José María Martín Carpena; el concejal de Zumárraga, Manuel Indiano; el conejal de Sant Adriá del Besos (Barcelona), José Luis Casado y el concejal de Viladecavalls, Francisco Cano.
Los socialistas asesinados ese año fueron: Fernando Buesa, secretario general del PSE de Alava -quien murió junto con su escolta cuando estalló un coche bomba a su paso-; el ex gobernador de Guipúzcoa, Juan María Jáuregui y el ex ministro de Sanidad, Ernest Lluch.
En 2001, los terroristas asesinaron a otros tres políticos: el teniente de alcalde de Lasarte, del PSOE, Froilán Elespe; el presidente del PP de Aragón, Manuel Giménez Abad y el concejal de UPN en Leiza, José Javier Múgica.
En los años 2002 y 2003, se registró una víctima mortal cada año: Juan Priede Pérez, del PSE, único edil no nacionalista de la localidad guipuzcoana de Orio y Joseba Pagazaurtundua, del PSE y UGT, miembro de la Plataforma "Basta ya" y jefe de la Policía municipal de Andoain.
El último político asesinado por ETA ha sido el ex concejal socialista de Mondragón Isaías Carrasco, asesinado al mediodía de hoy delante de su mujer y su hija, el último día de la campaña electoral y el primer político asesinado tras la ruptura de la tregua.
DECIR QUE EL PSOE ES AMIGO DE LOS TERRORISTAS, ES UNA CALUMNIA Y UNA INFAMIA VERGONZOSA. POLITIZAR LOS ASESINATOS DE ETA, TODAVIA MAS.