Pero ya centrándome en el aspecto puramente sociojurídico, sí que puedo decir una cosa:
Que me resulta difícil hablar de “proporcionalidad”, cuando hablamos de un orden que ha sido desbordado con creces donde se juntan cinco legalidades: de hecho España es como un disco de los antiguos, va a 45 revoluciones por minuto.
Y las cinco legalidades son las siguientes:
1. La estatal.
2. La autonómica.
3. La europea.
4. La del tío Pascual y sus mariachis, que hacen tabla rasa de todas las legislaciones anteriores y se inventan que la ley dice blanco cuando dice negro, para favorecer al PSOE.
5. Y la pseudolegalidad revolucionaria acampada, donde la fuerza de lo fáctico es tal, que ha cambiado por completo la configuración de los derechos constitucionales y del orden público tal y como los entendíamos hasta entonces, donde por la espada y la porra imponen su ley que no ha sido votada, salvo por los cuatro gatos de la asamblea.
¿Tiene sentido hablar de proporcionalidad cuando la situación se ha vuelto claramente enquistada y la legalidad ha sido ampliamente desbordada por la revolución? Estáis de guasa, ¿verdad?