Estimados compañeros: en todo mi recorrido universitario, en esta o en otras facultades, cualesquiera que fuesen los estudios impartidos, jamás me encontré un asunto de esta naturaleza.
No quiero precipitarme ni sacar conclusiones, pero nunca había visto nada igual, ni con tantos elementos que apuntasen hacia procedimientos no muy ortodoxos.
No sé si os habréis percatado, pero estamos haciendo un Master en Derecho con esta historia. La primera conclusión que podemos extraer de aquí es que si permanecemos unidos y aclaramos este embrollo con lucidez-aprobemos o suspendamos, acepten o no nuestras reclamaciones, lo hagan por los procedimientos correctos o por otros menos honorables-, habremos dado una primera muestra de nuestra aptitud como juristas. Y como juristas que han renovado el significado de la palabra dignidad.
Se hace más que nunca necesaria una reclamación conjunta, motivada y numerosa: todavía queda un parcial, y posteriores remesas de alumnos que accederán a esta asignatura. Hay que evitar que vuelva a repetirse una situación de esta naturaleza.