Voy a añadir algo más.
No puedo hablar de las grandes ciudades, ni siquiera de los grandes pueblos, pero yo he alucinado viendo personas que iban a apuntarse al fondo social, incluso para recoger comida del fondo social europeo, sobre todo de este último, papillas de cerales, y comidas para bebés, como también los he visto ir a las ayudas de Cáritas, y yo misma me he dicho, ¡esto qué porras es! no tienen trabajo, pero trabajan en negro y ganan bastante más que yo, tienen unas casas con todo lujo de detalles, pueden salir, ir a fiestas, etc, ¿cómo no se informan los servicios sociales de a qué personas están ayudando? ¿cómo se le puede dar un piso a una persona que se pone en trámites de separación legalmente, que acude diciendo que el piso se lo queda el marido y dos de sus hijas y que le hace falta para vivir ella con sus hijas? hummmmmmmmmmmm, para que después al año, la hija mayor se queda en el piso de sus padres, y sus padres viven con el resto en el que el ayuntamiento ha concedido.
¿De quién es la culpa de lo que está pasando? De aquéllos que dejan de pagar la hipoteca porque con lo que les queda no tienen para vivir más allá de lo que ellos consideran vivir, comer bien, etc, o de lo que éstos le quitan a los que de veras, en un porcentaje muy inferior, les hace falta.
La política es eso, política, y se taparán unos a otros, si bien es cierto, que con unos en esta caca de democracia estamos mejor, y con otros peor, que unos atajan mejor los problemas y otros peor, pero que los españoles tenemos culpa en ello, de todas, todas; hemos abusado hasta la saciedad de un Estado social, al que a pesar de la pirámide de población estamos quebrando, se han solicitado ayudas mínimas y se han dado a personas que no han cotizado y que tenían un capital más que suficiente para vivir, y un largo etcétera, y tanto, tanto, no creo que sea sólo en Andalucía, aunque no comulgue con el régimen que se ha implantado desde hace tanto tiempo, con lo hipocresía, la mentira, la mediocridad, el parasitismo de los allegados, etc.