Pero, Ilse, es que las palabras malsonantes son el detonante de todo esto.
Y el detonante de las palabras malsonantes -que en ningún caso justifico, ojo-, es el comportamiento del equipo docente que se puede resumir en una sola frase: desidia y absoluta falta de respeto por los alumnos. No sé cuál es más grosero de ambos comportamientos. Eso sí, el del equipo docente ha sido fino, fino y educado... vamos, que ni habla por no ofender.
Ha cometido un error garrafal en el examen de la primera semana -¿tanto cuesta poner bien un examen de 3 preguntas?-, ha reaccionado mal y tarde una vez cometido el error -ni siquiera lo han comuniado en Alf, que se supone que es la vía oficial de comunicación con el alumnado-, desapareció de Alf el 17 de Diciembre y dejando sin contestar dudas importantes de varios compañeros de cara al primer parcial, y lleva ya dos meses y medio desaparecido...
En fin que tienes razón, Silvia, y el comportamiento del compañero es injustificable, pero quizás habría que contextualizarlo, ¿no?
Y por mi parte, no pienso seguir con la polémica porque creo que casi todos reprobamos su forma de expresarse. La diferencia es que algunos no aspiramos a lincharlo visto el comportamiento del equipo docente que ha provocado que a ese compañero se le haya ido la pinza. ¿Qué fue antes, la pérdida de las formas del compañero o la absoluta falta de respeto del equipo docente hacia los alumnos?
Saludos