Buenas Optimus Prime,
Te agradezco mucho tu opinión, es lo que buscaba, leer la opinión de un forero, no un copio y pego, un enlace, un artículo… con el juicio de otro. Te respondo con la mía.
El término democracia tiene el significado que tiene, aquí y en Antioquia. La democracia colombiana es la de un país en vías de desarrollo, con una diferencia de clases brutal y machacado por una guerra inmemorial.
La oligarquía en Colombia es la herencia de su proceso de independencia. Es algo enraizado en el país, en sus costumbres políticas, reflejado en todos los ámbitos y casi un mal endémico (pero vamos, el país que no sea manejado por las oligarquías que tire la primera piedra).
Ello no es óbice para negar que la organización política en Colombia sea una democracia, y además, la más antigua de Sudamérica. En Colombia, las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad al representante. Eso, bajo mi punto de vista, está fuera de toda duda, aunque es innegable que las circunstancias que vive Colombia no son comparables con las que vive un país en paz y desarrollado.
Por otra parte, ser paisa no significa ni mucho menos ser pobre ni estar discriminado. Se puede ser paisa, cachaco, costeño, pastuso… y al mismo tiempo blanco, mestizo o indígena, multimillonario, de clase media o indigente.
Las personas más adineradas tienen más medios y más oportunidades, pero eso es así en el mundo entero, en Colombia, obviamente también. Afirmas que allí “sólo tiene derechos quien tiene plata” y es, en mi opinión, relativo. El que tiene dinero tiene más poder, la diferencia de clases la marca el nivel económico, pero no los derechos que proclaman las leyes. Aunque estos derechos sean iguales para todos, es incuestionable que el rico siempre tendrá ventaja sobre el pobre.
Jorge Eliécer Gaitán, Marco Fidel Suárez, Belisario Betancourt, Lucho Garzón o el empresario Carlos Ardila Lülle, no fueron precisamente hijos de ricos colombianos, por ponerte algunos ejemplos. Pero fue su tesón y sus ganas de superación lo que los hizo triunfar a pesar de su origen humilde, y gracias también en muchos casos, a las becas recibidas por el Estado colombiano.
Colombia vive en guerra, y mientras sea así, resultará muy difícil que la población más humilde salga de la pobreza. Cuenta con recursos económicos (que no naturales) muy limitados para atender la avalancha de víctimas de la guerra, del narcotráfico y de la falta de medios de vida. Pero en Colombia, la población ejerce su derecho a voto libremente, se manifiesta, participa en campañas… y eso tanto el indígena como el descendiente de españoles o italianos. Todos tienen representación en un Congreso que cuenta con escaños de todos los colores políticos. Negar la democracia en Colombia es utilizar el término democracia en vano.
Y si en su día era “previsible” (no exactamente normal) que aparecieran las FARC y el ELN, hoy por hoy, que sigan existiendo, en absoluto lo es, y menos cuando es precisamente el pueblo más humilde y más “morenito” el que más los sufre.
De hecho, Colombia vive su democracia de tal manera, que incluso ex miembros del M-19, extinto grupo guerrillero, ostentan curules y cargos públicos de libre elección. No estaría de más recordar que el actual alcalde de Bogotá, pertenece al “Polo Democrático”, el cual reúne diversos grupos de izquierda y entre sus miembros, ex guerrilleros del M-19.
Parafraseando a Gabo: Los colombianos son conscientes de sus males, pero se siguen desgastando luchando contra los síntomas mientras las causas se eternizan.
Ese es, bajo mi punto de vista, uno de sus mayores problemas.
PD: Aprovecho para felicitar a Colombia y a todos los colombianos por la demostración ejemplar de cultura DEMOCRÁTICA que se vive hoy en numerosos rincones del mundo “Por la libertad”.