En mi opinión, y por lo que recuerdo de derecho político (o constitucional, como se prefiera), el Rey no puede no firmar; en el momento en que deje de hacerlo deja también de ser Rey. Lo que no tengo claro es si necesariamente eso significaría un cambio de régimen, o un cambio de dinastía (creo recordar que esto último se reserva sólo para el caso de que se agote la sucesión), o una simple abdicación en su sucesor o sucesora.
Con sepecto al argumento de Elfo, entiendo que la irresponsabilidad del jefe del estado (en virtud de su inviolabilidad y la responsabilidad que el gobierno tiene de sus actos) no es atinente, pues no se vulneraría tal inviolabilidad, simplemente su cargo dejaría de existir. Para un hipotético enjuiciamiento del ya ex-monarca habría que recurrir a la ley vigente en el momento en que cometiera la infracción, ley que le exime de responsabilidad.
Algo me dice que en el hipotético caso de que el Rey no sancionara una ley, la solución sería política, no jurídica, y sería el fin de la dinastía por lo menos, sino de la monarquía misma.
Recuerdo ahora la curiosa solución del rey de los belgas, Balduíno, que abdicó por unas horas (36, si no recuerdo mal) para no firmar una ley que legalizaba el aborto. Esa triquiñuela aquí no vale (y no me explico cómo hicieron para que valiera en bélgica). Que yo sepa, en España la abdicación no es reversible, si bien como las monarquías se rigen por su propia "constitución histórica", vaya usted a saber qué inventarían.
Quisiera recordar también que, si bien la Constitución no lo dice, desde el punto de vista histórico y también Vaticano (y por tanto católico) los reyes de España son "Sus Majestades Católicas". La conferencia episcopal aconsejó al Rey Juan Carlos no firmar la ley de reforma del código civil que regulaba los matrimonios no heterosexuales. Por supuesto, el Monarca no hizo ni caso: bien sabe él lo que le conviene. Como decía Marx (el Groucho, no el otro), "estos son mis principios, y si no le guntan tengo otros".
En lo demás, estoy en todo de acuerdo con IUS. Y añado: tarde o temprano echaremos por enésima vez a los monarcas. Estamos hartos de tener que mandarlos fuera cada dos por tres. No sé si lo verán mis ojos, pero ocurrirá. Tal vez cuando acabe el juancarlismo y enpiece el felipato. La vida da muchas vueltas, y los hispanos son muy revoltosos.
Salud y república.