Es curioso el tema de la asignatura, que no es un invento de este gobierno: Se imparte, según la prensa, en muchos países europeos y desde hace años. En consonancia con lo que se ha dicho, habría que suprimir también la historia, que puede ser interpretada e impartida de múltiples formas, o la filosofía, que es impartida desde una perspectiva esencialmente idealista.
Yo no creo que su oposición a la asignatura sea sincera. Creo que los expertos en política han descubierto que si objetas cualquier asunto, por muy disparatada que sea la argumentación, obtendrás un polo de adhesiones (a veces hasta inquebrantables). Y si creas muchos de esos polos, sumarás más adhesiones. Lo importante es fomentar el descontento. Recuerdo que poco antes de las elecciones hasta hubo una manifestación de cazadores en Madrid contra la ministra del medio ambiente por sus medidas acerca del plomo en la munición (por cierto ¿no decía Rajoy que según su experto hermano el tema del medio ambiente era un cuento?).
Y como en otros casos, no veo consecuencia ni coherencia en las actuaciones de quienes la critican.
Veamos:
Si no se pueden monopolizar las ideas (aún admitiendo que así ocurriera con la asignatura) ¿por qué ese despertar ahora y no cuando la religión era obligaroria. ¿Qué ha cambiado para que los criterios morales cambien así?
Si tan suspicaces somos respecto a la formación de los niños y jóvenes ¿cómo no estan denunciando constantemente el cine que se consume, instrumento cultural masivo, que es una fuente permanete de mala educación. Vease quienes suelen ser los héroes de ese cine: gangsters, pistoleros del "lejano oeste", descreidos (el típico detective que dice que sólo trabaja por dinero y que siempre deja en evidencia a la policía, es decir, a lo privado frente a lo público), psicópatas (¿no? a mi entender en el Silencio de los corderos, por ejemplo, Lecter es una especie de héroe intelectual o Ted Bundy, de quien he visto múltiples películas y nunca se refiere su vergonzosa forma de morir), gamberros universitarios, pendencieros, rebeldes sin causa (por supuesto, cuantas menos causas mejor), militaristas (Patton, Boinas verdes), policias solitarios que resuelven los asuntos al margen de la ley (Harry el sucio), terroristas del orden (los rambos de turno) etc... Evito poner nacionalidad a ese cine monopolizador de las pantallas para evitar sospechas de fijaciones mentales.
Por otra parte, ¿por qué esa propensión a impedir hacer a los demás lo que ellos no logran? Me explico: puedo observar diariamente a múltiples jóvenes de colegios religiosos, y la verdad, no veo en ellos una buena educación especial. Se comportan, desgraciadamente como los demás. La urbanidad que reciben parece muy similar a la pública.
Y puestos a dar lecciones ¿es moralemente ejemplar segregar a homosexuales creando en ellos complejos de culpabilidad? ¿No sería más caritativa una actitud de comprensión, de aceptación, de no volver su vida un infierno? Por otra parte ¿es legítimo evitar que los jóvenes ignoren qué son los derechos humanos? ¿Qué mejor forma de regular ese "orden" tan apetecido a base de derechos humanizados?
Y finalizando, ¿si estar en un gobierno significa una mayor representación ciudadana, homogénea u heterogénea ¿por qué siempre son los "antidemócraticos" izquierdistas los que ceden? me estoy refiriendo, por ejemplo, a quitar el tema de la homosexualidad en la asignatura, tal como creo haber leído aquí. Y me parece muy bien ceder, siempre que sea a cambio de reciprocidad y reconocimiento de que ha sido así. Si no se tolera a los homosexuales, cuando es un asunto que no afecta directamente a nuestras vidas ¿cómo esperar que se admitan otras medidas que sí podrían afectarnos? Iinvito a quienes están en contra del anterior gobierno a que lean el tipo de intervenciones que hay ya contra un gobierno que aún no existe. La belicosidad es incomprensible, y si sirve para algo es para justificar precisamente esa asignatura.
Tuñón de Lara decía que los empresarios de la repúbica se réian de las disputas sobre la cuestión religiosa, en cuanto que ellas servían para que no se trataran otros asuntos que sí les afectaba a ellos (principalmente su bolsillo). La verdad es que ha habido muchas discusiones sobre temas más bien morales, pero lo de aumentar el salario mínimo sólo ocupó su proposición por parte del gobierno, la negativa del PP y subsiguiente silencio. Pues... el salario mínimo también afectara a los hijos de los que los tengan ¿no?