A ver:
1. Los supuestos crímenes de Franco, que no pueden ser castigados por la ley de amnistía, de haberlos, no tienen ni de lejos la entidad de los perpetrados por los republicanos, por Lenin, Carrillo o Hitler. No pueden en modo alguno ni por su entidad, ni por su extensión, ser considerados como de "lesa humanidad" o como "genocidio."
2. Del señor este de Manos Limpias, todo lo más que se le puede sacar es una militancia en el pasado, en un partido diferente a los que hay habitualmente, pero que para nada veo ni por qué ha de ser considerado fascista, ultraderechista o peor que los otros. Pero el hecho es que ya no milita y que, sea o no ultraderechista, ha hecho muy bien, persiguiendo a los delincuentes con toga.
3. Ninguna declaración internacional sobre nada, ni ningún tratado internacional, da a una conducta el carácter de tipicidad que dan las leyes penales patrias.
4. Los supuestos crímenes del régimen, tienen como mucho la misma entidad que los 43 asesinatos que perpetró ETA entre el 68 y el 75, u otros crímenes de guerrillas como el Maquis, que fueron igualmente amnistiados.
5. Efectivamente, es una actuación procesal, pero de una mala fe clamorosa, de un retardo malicioso que clama al cielo, por intentar prolongar artificialmente un caso que nació muerto y cuya única finalidad era servir a los intereses electorales del PSOE y a la egolatría de un juez absolutamente desquiciado. Sin embargo, actuó a conciencia de que era superfluo pedir tales certificados de defunción, (pues los hechos notorios están exentos de prueba), a conciencia de que no se puede procesar a muertos, a conciencia de que los delitos de los que acusaba no podían ser perseguidos, (pues había una amnistía) a conciencia de que no era competente. Esto es lo que se desprende no ya de un elemental análisis jurídico-racional, sino que además forma parte del saber popular común a juristas y legos en derecho. (Pues no hay que ser juez del TS para darse cuenta de eso). Un saber popular, que Garzón sí tuvo a bien aplicar cuando desestimó la querella contra Carrillo por unos crímenes infinitamente más atroces en cantidad y calidad.
Frente a ello, no hay más